Helicobacter pylori – La bacteria que abunda

¿Qué es el Helicobacter pylori?

L&S.- El Helicobacter pylori o H. pylori es una bacteria que se desarrolla en la mucosa que reviste el interior del estómago humano. Vive en exclusiva en el estómago. Es el único organismo vivo capaz de soportar su acidez extrema. Lo consigue gracias a que ha desarrollado la capacidad para su supervivencia en un medio ácido y tremendamente hostil como lo es el estomacal. Para ello el H. pylori produce ureasa; una enzima que convierte la urea en amoniaco. Este neutraliza la acidez del estómago convirtiéndolo en un medio más cómodo para su supervivencia.

Su forma de espiral le otorga su nombre de Helicobacter. Un tirabuzón que le ayuda a horadar la capa de mucosa para penetrar en ella. Con su flagelo y su forma espiral, la bacteria «taladra» literalmente la capa de mucus del estómago. Después puede quedarse suspendida en la mucosa gástrica o adherirse a las células epiteliales.

El papel del sistema inmune frente al H. pylory

El sistema inmune está perfectamente preparado para hacer frente a la invasión de las bacterias. Primero las reconoce como ajenas y peligrosas. Posteriormente las bloquea y destruye. Pero la bacteria del Helicobacter pylori ha creado sus propios sistemas para interferir en la defensa inmunitaria. Las células inmunitarias del cuerpo humano sólo son capaces de acumularse cerca de las zonas infectadas por la H. pylori sin poder hacer nada más. El sistema inmune local es incapaz de hacer frente a esta bacteria y eliminarla.

La H. pylori es una infección muy común. Afecta aproximadamente a la mitad de la población adulta mundial. Además, se sabe que alrededor de dos tercios de todas las personas albergan esta bacteria; si bien, no acusan ninguna patología. Pueden estar sufriendo de problemas digestivos. Ese es de hecho un factor de riesgo para que se formen úlceras pépticas. La Helicobacter pylori es la bacteria responsable de la mayoría de las úlceras de estómago, de intestino delgado superior y de algunas gastritis. Los índices de infección son superiores en países en vías de desarrollo que en los desarrollados.

Aunque ya existían estudios al respecto. Pero debido al hecho de que las bacterias no eran capaces de sobrevivir en la mucosa durante mucho tiempo en un ambientes tan ácido y hostil, la comunidad médica se mostró reticente. No reconocía que la Helicobacter pylori fuera la responsable de la aparición de úlceras y gastritis.  Los médicos tuvieron reajustar su postura ante la evidencia y el resultado de algunos estudios.

Estudios

En 1983 se realiza un estudio de un cultivo de la mucosa humana con un microorganismo gramnegativo de forma espirada. El motivo era conocer su asociación con la inflamación del aparato gastrointestinal. El estudio lo llevaron a cabo B.J. Marshall y J.R. Warren. 3 años más tarde fue posible presentar resultados. Se presentaron en forma de 80 artículos científicos en una reunión de la Sociedad Americana de Gastroenterología. 

Este fue un importante hallazgo. Por esta investigación en 2005 a Warren y a Marshall se les otorga el Premio Nobel de medicina por sus investigaciones con el H. pylori.

Antes del descubrimiento de la implicación de la bacteria Helicobacter pylori en enfermedades estomacales, las úlceras se trataban con medicamentos antiácidos; lo cual hacía que las úlceras aparecieran con rapidez al dejar el tratamiento.  Era un error garrafal porque aunque se aliviaran los síntomas de momento, a la bacteria Helicobacter pylori se le facilitaba el terreno de cultivo y cuándo no se ingerían, los síntomas eran más acusados.

Más tarde la National Institute of Health de Estados Unidos, deja claro que las úlceras gástricas comunes las causaba el Helicobacter pylori. Recomienda como tratamiento los antibióticos. En 1994 la bacteria H. pylori fue clasificada como cancerígena en los seres humanos por la Oficina Internacional de Investigación de Cáncer. A partir de ese año la H. pylori se reconoce entre el colectivo médico como potencialmente cancerígeno. Como una de las causas importantes de cáncer de estómago, linfoma gástrico y tejido linfoide asociado a la mucosa; y en menor riesgo a adenocarcinoma esofágico.

¿Cómo se contagia el Helicobacter pylori?

El sistema de propagación de la bacteria Helicobacter pylori es principalmente gastro-oral-fecal. Es decir: de persona a persona. Dónde el intercambio de fluidos puede ser contaminante, sobre todo de saliva. También se contagia a través de los alimentos y aguas contaminadas. Y en la mayoría de los casos ese contagio se ha llevado a cabo en la edad infantil; siendo esto más probable en niños que viven en la pobreza o zonas con higiene deficiente.

Es interesante recalcar que alrededor dos terceras partes de la población está infectada y puede estarlo durante toda la vida. Una estimación cuya proporción varía según cada país. En occidente la proporción de personas infectadas con el Helicobacter pylori es aproximadamente de un 25%; cantidad que dista mucho del cómputo en el tercer mundo. En países en desarrollo es mucho mayor y la incidencia. La menor cantidad de afectados es atribuible a la higiene y al uso de antibióticos en países más ricos. Aunque esto no es determinante; porque están apareciendo cepas de la bacteria H. pylori que presentan resistencia a los antibióticos.

Hay un número muy importante de personas asintomáticas, pero infectadas. No padecen ni úlcera, ni gastritis, pero tienen presente la bacteria en la mucosa del estómago. Si beben alcohol, toman café, fuman, etc. incrementan el riesgo de que la bacteria haga su trabajo. Podría comenzar a formarse una úlcera o podrían estar contaminando a otros. Sería necesario que si eso fuera así, se identificara la bacteria y se pusiera tratamiento; porque como hemos visto, el sistema inmune no es capaz de reducirla.

¿Cuándo presenta síntomas el contagio con H. pylori?

Para que la Helicobacter Pylori o H. pylori desarrolle síntomas patológicos tienen que coincidir otros factores que incrementen el riesgo. Estos son:

• Respuesta inmunitaria anormal en el estómago.
• Ciertos hábitos del estilo de vida, como tomar café, tabaquismo y el alcoholismo.

Síntomas de tener Helicobacter Pylori:

• Eructos, náuseas, pesadez, dolor de estómago, ardor y flatulencia.
• Sensación de plenitud durante mucho tiempo, o sensación de hambre al poco tiempo de haber comido.
• Indigestión.

Diagnóstico

Existen diferentes métodos para diagnosticar una infección de Helicobacter pylori o H. pylori; pero la manera más precisa de diagnosticarlo es mediante una endoscopia digestiva alta del esófago, del estómago y del duodeno. Con toma de tejidos para una biopsia. Pero puesto que es un procedimiento caro e invasivo, solamente se realiza en personas muy sospechosas de padecer una úlcera u otras complicaciones que podrían ser debido al Helicobacter pylori; como el cáncer del estómago.

• Endoscopia.
• Analítica de sangre o heces para detectar anticuerpos.
• Prueba de aliento con urea.
• Biopsia.
• Hay otros métodos de diagnóstico y va a depender del médico especialista y de su criterio. Hay que decir al respecto que ninguno de los métodos de diagnóstico es infalible.

Tratamiento contra el helicobacter pylori

El procedimiento habitual en los tratamientos contra la H.pylori en pacientes que presentan úlceras o gastritis es erradicar la bacteria.  Se debe conseguir que la úlcera sane. El tratamiento estándar es la triple terapia con amoxicilina , claritromicina y tetraciclina. Pero lo cierto es que hay un notable incremento en la resistencia individual a este protocolo por parte de algunos individuos. En esos casos, el tratamiento de los tres antibióticos falla. En estos casos se necesitan aplicaciones adicionales a la terapia antibiótica. Es la llamada cuádruple terapia. En ella se incorpora el subsalicilato de bismuto; un metal que en combinación con los antibióticos, resulta efectivo para eliminar al Helicobacter pylori.

Este elemento se utiliza en combinación con antibióticos sólo en los casos en que el H. pylori se ha hecho resistente o cuando el paciente no puede tomar amoxicilina. Dado que al ser un derivado de la penicilina puede estar contraindicado en alérgicos a este fármaco.

Hay que tener muy presente que la terapia con antibióticos tiene efectos adversos. Estos incluyen malestar estomacal y digestivo, diarreas, dolor de cabeza, sabor metálico en la boca, lengua oscura, heces negras, rubor al beber alcohol, sensibilidad al sol, proliferación de hongos, etc.

Tratamientos naturales

Lavar de manera exagerada las frutas y las verduras que se van a comer crudas . Eso debe ser así siempre. Además y lo más importante, es elevar las defensas del cuerpo con uña de gato y graviola (hojas y tallos). El té verde y el aloe vera también contribuyen a  mantener a la bacteria a raya. Si ya existe una úlcera o gastritis, la Betaína potencia la protección de la mucosa intestinal. Es más poderosa protegiendo al estómago que el Omeprazol; sin sus efectos adversos y sin alterar la acidez natural que el estómago necesita para combatir patógenos.

• Uña de gato

• Betaína

• Graviola

• Té verde

• Aloe vera

• Fenogreco

REFERENCIAS

Chey WD, Wong BC. Colegio Americano de Gastroenterología directriz sobre la gestión de Helicobacter pylori. Am J Gastroenterol. 2007;102(8):1808-1825.

Ables AZ, Simon I, Melton ER. Actualización en el tratamiento de Helicobacter pylori. Am Fam Physician. 2007;75(3):351-358.