Campos electromagnéticos o electropolución
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L&S.- La modernidad trae consigo el desarrollo tecnológico y con ello, una vida más cómoda. Nos aportan comodidad y ‹calidad de vida›. Pero como contrapartida tenemos que lidiar con perturbaciones en el medio ambiente. Aparecen agentes nuevos para los que no estamos preparados. Los campos electromagnéticos. Un ejemplo de ello es la electropolución o contaminación electromagnética. Estos son capaces de desequilibrar la vida en el planeta y provocar nefastas consecuencias para la salud. Entre ellas, muchos desequilibrios físicos y psicológicos. Lo queramos o no es una realidad. (vea el artículo «Lámparas de sal del Himalaya»).
La concentración de iones positivos presentes en el aire que nos rodea nos sobrepasa. No olvidemos que iones positivos o de carga eléctrica positiva, es lo mismo que decir ‹negatividad›. Y aunque la electropolución o contaminación electromagnética es un fenómeno conocido desde la antigüedad, en las últimas décadas su presencia se ha incrementado notoriamente. Un uso indiscriminado de dispositivos electrónicos nos hace presa de esta lacra. Es decir. Tener que soportar una alta carga de electropolución en aras de la comodidad. Eso es algo que está generando serios problemas de salud en la población.
La electropolución o polución electromagnética o simplemente polución tiene un agravante que la hace más peligrosa. Es el hecho de que no se ve, no se huele y no se nota. Además, crea dependencia.
La ionización positiva tiene consecuencias negativas. A saber: la electropolución, electromagnetismo o contaminación electromagnética y sus envenejecedores radicales libres.
Hay otro gran contaminante para la vida y que no es la electropolución, pero que se suma a ella. Se trata de venenos que entran en nuestro cuerpo a través de nuestra alimentación. Comemos mal e ingerimos pocos productos que limpian el cuerpo de tóxicos. Además, aceptamos los productos químicos de la industria alimentaria. Con ellos unos contaminantes que potencian a los particularmente agresivos radicales libres. Estos son más dañinos aún cuándo se ven afectados por las cargas iónicas positivas procedentes de la campos eléctricos. Intentaremos explicarlo y ver cómo neutralizar su acción negativa.
Electropolución – Efectos y causas
A veces sentimos dolores de cabeza o mucho cansancio que no obedece a ninguna patología. También visión borrosa, o insomnio. Nos podemos sentir irritables sin un motivo. Alteraciones gástricas, problemas cardiovasculares, alergias, asma, etc. Nos hacen analíticas y aparentemente no hay nada clínico que lo esté provocando. Son muchos de los denominados «problemas idiopáticos». Entonces, al no encontrar el origen, casi siempre se le achaca al estrés. El estrés es dañino, pero también un comodín que puede explicar todo lo que no tiene explicación. Y es cierto, es estrés, pero, ¿provocado por qué? ¿Por electropolución quizás? Hay que tenerle mucho respeto a esa palabra.
La contaminación electromagnética es causante de muchas de las dolencias ‹modernas›. Y aunque ya no podemos salirnos de los campos electromagnéticos de un mundo tan tecnológico como el que nos ha tocado vivir, sí podemos contrarrestarlos.
La electropolución o contaminación electromagnética presente en el medio ambiente, nos está enfermando. Provoca efectos negativos sobre la salud. Eso está reconocido científicamente. Además de la carga medioambiental, también podemos sumar el efecto pernicioso de los radicales libres. Son átomos o moléculas ionizadas que se forman en nuestro cuerpo por diversos motivos.
En primer lugar, el propio proceso de la vida genera una cantidad determinada de ellos. Con esos sí podemos lidiar, porque nuestro cuerpo lo contempla. Pero además se suman también los tóxicos que ingerimos con la nutrición. Y por supuesto, los que respiramos del aire y que resultan altamente dañinos. El resultado es un cóctel que se suma y da origen a enfermedades como tumores y cáncer. También el envejecimiento prematuro de órganos o alteraciones degenerativas en el cuerpo y enfermedades progresivas. Es un un cóctel muy peligroso.
La electropolución o contaminación electromagnética en nuestra vida
La electricidad es vital para nuestra vida. Tanto así, que ya no es posible imaginar un mundo sin ella. Es más; un apagón significa el caos absoluto. La globalización y el progreso de los pueblos dependen de ella. Gracias a la electricidad y al magnetismo es posible que disfrutemos por ejemplo de la tecnología en toda su magnitud.
También en la naturaleza la electricidad hace una labor inmensa. No sería posible la vida sin el electromagnetismo. Somos cuerpos eléctricos. Para comprobarlo, analícese el cerebro, el corazón, el sistema nervioso central, el trabajo de los nervios y músculos, etc. Además, la propia tierra posee campos magnéticos. Por supuesto que tiene que afectar. ¿Cómo no?
Puede ser buena o mala
El electromagnetismo es bueno y es malo. Por una parte sostiene la vida y por otra, se produce la electropolución que nos está matando. Es de vital importancia ser cautos con lo que tiene que ver con cargas eléctricas. Sean positivas o negativas. Y también, con los campos electromagnéticos que desequilibran la carga eléctrica de las moléculas. Este es el origen de enfermedades y problemas orgánicos.
Esa electropolución o contaminación electromagnética que desequilibra nuestra salud puede venir de la electricidad estática o variable; radiaciones ionizantes; radiaciones no ionizantes; energía; potencia; intensidad; frecuencia, etc. El receptor se verá más o menos afectado por la electropolución dependiendo de variables. Estas pueden ser: permeabilidad, conducción, resistencia eléctrica, etc. No todas las personas son afectadas de la misma manera. Hay quienes son especialmente sensibles. Igual que no todos los objetos se ven afectados por la electricidad y los campos magnéticos.
Los efectos benéficos de dichos campos magnéticos también son múltiples: Imagenología y radiología, terapias médicas, rehabilitación física, cirugía, medicinas alternativas, etc.
Algunas fuentes de electropolución
Imaginemos que no hubieran emisiones electromagnéticas artificiales o creadas por el hombre. Aún así, el ser humano está expuesto a la influencia de campos magnéticos y campos eléctricos terrestres. Y nuestro cuerpo se comporta como un conductor de electricidad cuándo está sometido a sus flujos. Si se somete a ellos o entra en contacto, modificará necesariamente las líneas de dichos campos.
Los campos electromagnéticos y sus efectos son omnipresentes. Están en la atmósfera, en nuestro entorno, en nuestro hogar, en la oficina, en nuestras células, en las cadenas de ADN y ARN, etc.
Además todo aparato que utilice la red eléctrica o pilas aporta radiación en forma de campo electromagnético. Unos más y otros menos, pero al final todos lo hacen. La electropolución es eso y muchos de estos aparatos producen una cantidad de electropolución o contaminación electromagnética muy alta. Tanto así, que sobrepasa los niveles de seguridad permitidos. Ya sea por cantidad como por intensidad la electropolución es siempre nefasta. Y más, cuándo las personas sometidas lo hacen por un largo período de tiempo y sin ninguna protección.
Fuentes adicionales de cargas eléctricas nocivas
- La propia fricción del aire es una carga adicional de cargas eléctricas estáticas.
- Los transformadores eléctricos y las líneas de alta tensión.
- Los microondas, las antenas de radio AM Y FM y antenas de telefonía móvil.
- Teléfonos móviles y Radioteléfonos.
- Ordenadores y televisores.
- Electrodomésticos.
La interacción que tiene la electropolución con los tejidos vivos desencadena en el cuerpo diversos fenómenos biológicos de tipo eléctrico, físico y químico. Hoy en día se sabe con certeza que su acción puede ser beneficiosa o perjudicial. Las radiaciones no ionizantes son aquellas con longitudes de onda mayores de 100 nm y con energía cuántica inferior a 12 eV.
Problemas de salud que se atribuyen a la electropolución
Hay muchos problemas que pueden tener su origen en la electropolución. Problemas como:
- Migrañas, jaquecas, dolores de cabeza.
- Cansancio o fatiga.
- Estrés.
- Exceso de radicales libres.
- Problemas de visión.
- Nerviosismo, insomnio, alteraciones del sueño, irritabilidad.
- Problemas cardiovasculares.
- Desequilibrios gástricos.
- Desequilibrios del sistema inmune.
- Además, la electropolución o campos electromagnéticos puede interferir de forma notable con tratamientos médicos.
Como solución a la proliferación de los radicales libres, cómprese una o varias lámparas ionizantes. Añada, tambien, un complemento de antioxidantes de calidad a su cuerpo y cambie sus hábitos nutricionales. De esa manera, serán muchos los problemas de salud que estará manteniendo alejados.
ANTIOXIDANTES DE ALTO VALOR CONTRA LOS RADICALES LIBRES
LÁMPARAS DE SAL DEL HIMALAYA
BIBLIOGRAFÍA
[1] Méndez, Alberto; Román, Francisco y otros. Alteraciones fisiológicas por exposición crónica a intensos campos electromagnéticos no ionizantes. (Acta Colombiana, Vol. 20 # 5, 1994).
Medico Veterinario Zootecnista
Hoy vi un articulo de su publicacion ( Contaminacion Electrodomestica ) y me parecio exelente, motivo por el cual me gustaria suscribirme a su publicacion, le agradesco de antemano, Dios los bendiga.
contaminacion electromagnetica
hola soy de jalisco mexico quiero saber a quien contactar para una medicion en mi casa o trabajo ya que no he encontrado a nadie que me pueda ayudar gracias