Contenidos
L&S.- Primeramente ha de saberse que hacerse un tatuaje es infringir una serie de heridas punzantes en las capas más profundas de la piel. Se lleva a cabo haciendo que penetre en dermis una aguja especial.Esta inyecta tinta dirigida para crear algo gráfico. Ese dibujo resultará ser la parte visible del tatuaje una vez acabado el proceso. Dicho tatuaje o tatoo puede durar toda una vida. Primeramente debido a que la tinta está a mucha profundidad. En segundo lugar, porque está en las partes de la piel que no sufren exfoliación. Es decir: en la dermis, que es la capa más profunda. De hecho, las células que constituyen la dermis son muy estables, lo que hará que el tatuaje sea un dibujo permanente.
Antiguamente una marca personal hecha como tatuaje o tatoo se llevaba a cabo de forma manual. Quién hacía un tatuaje pinchaba la piel haciendo puntos muy cercanos, inyectando la tinta en ellos. Este proceso sigue empleándose en algunos sitios, aunque lo cierto es que en los talleres de tatuaje o tatoo modernos se utilizan unas máquinas especiales. Son instrumentos eléctricos de uso manual similares al que utiliza un dentista. Tienen una aguja esterilizada en un extremo que conecta a tubos con tinta. El manejo de la máquina se realiza a través de pedales. Estos mueven la aguja hacia dentro y fuera mientras va depositando la tinta elegida.
La tinta para el tatuaje se introduce aproximadamente en unos 3 mm bajo la piel. Si no se lleva la tinta a la profundidad que se requiere, el dibujo resultará borroso. Por el contrario, si ésta se aplica a más profundidad de la necesaria, la persona que se somete a un tatuaje o tatoo, puede sentir mucho dolor y sangrado en exceso.
La confección de un tatuaje puede resultar un trabajo de horas; dependiendo del dibujo, del tamaño y de la resistencia que tenga la persona.
Hacerse heridas siempre es doloroso. En los centros que se dedican al tatuaje suelen utilizar productos calmantes. Además, el nivel de dolor puede variar en función de la pericia del dibujante, la zona del cuerpo a dibujar o del umbral de dolor que la persona tenga. Hacerse un tatuaje o tatoo es como ponerse muchas vacunas o ser picado por muchas abejas al mismo tiempo. Hay quienes describen la experiencia de un tatoo como un simple hormigueo. Lo que sí hay que tener muy en cuenta, es que se va a producir un sangrado. Hay que ser muy cuidadoso de ponerse en manos de alguien que mantenga sus herramientas muy desinfectadas; porque puede ser una forma fácil de contagiarse de una enfermedad seria.
Si piensa hacerse un tatuaje Hágalo de manera segura. Como hemos dicho antes, un tatuaje es una herida y por tanto con alto riesgo de que se infecte, que se produzcan queloides o que se pueda contraer alguna enfermedad.
Cuidar del tatuaje es parte del proceso para que luzca bonito y no cree problemas de salud o estéticos. Es el último paso. Deberá seguir todas las instrucciones que le indique el profesional. Así se asegurará que sus heridas curen de forma correcta. Si experimentara cambios -como ya hemos dicho- o algo que le haga sospechar que ‹algo no va bien›, acuda de inmediato al médico.
Los riesgos de un tatuaje son los inherentes a la profilaxis. Si no se respetan todos los pasos de esterilización y posterior cuidado de las heridas un tatuaje puede resultar traumático. Si un estudio no es autorizado e incumple la normativa; tales como reutilizar agujas o tintas empleadas en otra persona o de esterilización, sepa que tiene un alto riesgo de contraer infecciones como el virus del VIH, la hepatitis B y C, infecciones cutáneas, dermatitis, eczemas, etc. Otro de los riesgos es una posible alergia a la tinta con la que se lleva a cabo el tatuaje o tatoo. También pueden producirse erupciones como resultado del tatuaje si ya sufre de alteraciones cutáneas.
Como dato sobre esto, hay países como Estados Unidos en que la Cruz Roja y los bancos de sangre solicitan a quienes se hayan realizado tatuajes en los últimos 12 meses que lo certifiquen antes de hacer la donación.
Quién se hace un dibujo indeleble en la piel, tiene la intención de conservarlo durante toda su vida. Aunque en algunos casos por el motivo que sea, se decida que ya no es vigente o no se quiere. ¿Qué pasa entonces? En la antigüedad, los tatuajes solamente podían quitarse con cirugía tradicional. Hoy por suerte se quitan con un sistema Láser médico. Es bastante caro, pero es muy efectivo.
En algunos estudios para tatuaje ofrecen como servicio la eliminación de antiguos tatuajes; aunque no es recomendable. Es más aconsejable que sea un médico quién se encargue de esa tarea. No olvide que son heridas profundas y que puede quedar una cicatriz fea si la quemadura por el Láser está mal dirigida. Consulte con su médico para proceder o comuníquese con la Asociación de Dermatología (o afines) para que le recomienden un centro especializado en su zona.
La técnica se llama «eliminación del tatuajes». Los dermatólogos advierten que eliminar completamente un tatuaje o tatoo puede resultar complicado y a veces imposible. Dependerá mucho de la zona en que está, de lo viejo que sea, del tamaño, los tipos de tintas y colores, etc. No se garantiza una eliminación total. Es muy conveniente primero consultar con un dermatólogo especializado en su eliminación. Él puede darle ideas de si es posible eliminar del todo, o qué partes del tatuaje puede ser más rebelde de quitar.
El procedimiento con Láser puede necesitar varias intervenciones. Es incómodo y la sensación es parecida a hacerse el tatuaje y el proceso completo puede durar varios meses. El láser envía luz pulsada a través de las capas superiores de la piel dirigiendo la energía sobre pigmentos específicos. Estos pigmentos son eliminados por los canales del sistema inmune. La zona debe cuidarse de la misma manera que se cuida tras haberse hecho el tatuaje.
Su eliminación puede además, tener el efecto secundario de la aparición de hiperpigmentación o hipo pigmentación. Además, puede dar lugar a cicatrices y marcas.
El que hacerse un tatuaje valga o no la pena depende de cada uno. Hay quienes se hacen un tatuaje por compromiso, ya sea sentimental o de pertenencia; y hay quienes se lo hacen por moda. En cualquier caso, tanto hacerlo como quitárselo entraña un gasto enorme de dinero, recursos, tiempo y cuidados; y deberá valorar si le vale la pena empezar. El arrepentimiento es algo con el que se debe contar de antemano. Lo que nunca debe ocurrir es hacerse un tatuaje por impulso. Hay que pensar suficientemente si realmente uno quiere hacérselo y ser consecuente con todo lo que pueda conllevar.
Si lo ha decidido, asegúrese de que le hagan un trabajo bien hecho. En un gabinete profesional, seguro y limpio; y pídales una factura que le respalde de posibles irregularidades. Además, una vez hecho, cuide bien su tatuaje o tatoo. No querrá que los pigmentos se decoloren y pierdan la viveza original o se difuminen los diseños. Una vez salga del estudio de tatuajes, ya va a depender de usted evitar infecciones y otras complicaciones al igual que depende de usted el cuidado de su obra de arte personal.
Sociedad Española de Cirugía Estética- SECE
Dormir bien es un lujo. El insomnio es quizás uno de los problemas de salud que…
¿Qué es la impotencia? La impotencia o disfunción eréctil es una condición física masculina bastante común. Está…
Schizandra o esquisandra L&S.- La Schizandra o esquisandra; también llamada Schisandra (con «s») es una…
Ondas electromagnéticas no ionizantes Los dispositivos Pranan Graphene son el resultado de un exclusivo diseño…
El lúpulo y su acción frente al dolor ¿Quién puede escapar del dolor físico? Pocas…
¿Qué son el Sistema inmunológico innato y el adaptativo? L&S.- La respuesta inmunitaria es la…
Ver comentarios
Un tatuaje o un tatoo
Que tal buen amigo, me encantaria que me dijeras
en que lugar podria apuntarme para recibir las ultimas entradas de tu blog, me gusta mucho.
Un saludo y sigue trabajando en este blog tan interesante.