Comer fuera de casa puede ser un verdadero problema para el peso
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L&S.- ¿No puedes llevarte comida casera a tu trabajo? Eres uno o una de los millones de personas que hay en el mundo que les ocurre lo mismo. No en todos los trabajos hay un microondas en el que calentarte la comida de casa, de tu pareja o la que has hecho tú. Eso no significa que necesariamente tengas que comer mal. Hay muchos trucos para comer fuera de casa. Y además, comer bien aún sin tiempo para irte hasta tu casa. Una dieta sana y baja en calorías se puede conseguir (aunque tengas que hacerlo a base de menús diarios de un bar). Puedes encontrar maneras de comer fuera de casa sin excederte en las calorías.
- La dieta del bocadillo: ya que el sándwich te lo puedes comer en cualquier parte, es una dieta cómoda y un buen aliado para comer fuera de casa, pero cuida de rellenarlo de vegetales y de pan integral.
- En los restaurantes, cuando pidas un menú, opta siempre por ser vigilante de lo que comes. Para los primeros platos pide siempre: ensaladas, vichysoisse, verduras a la plancha, gazpachos, etc. Y en los segundos decántate por carnes y pescados a la plancha o al horno. Son comidas cocinadas con muy poca grasa.
- Tu objetivo es perder peso. Te recomendamos que te olvides de las patatas (en el formato que sean, sobre todo fritas), las ensaladillas rusas, o cualquier fritura. Mientras, puedes abusar de las ensaladas, verduras crudas o a la plancha. Recuerda que comer fuera de casa puede significar que tengas que estar al tanto de estas cosas y pedir que te cambien las patatas fritas por verduras a la plancha, o ensalada.
Peligros
- Los postres. Los puedes cambiar por una infusión, un zumo de naranja natural, o un té. Las natillas las dejas para que se las coma el cocinero.
- Las salsas. No olvides el peligro que tienen las salsas. Ni rosa, ni tártara, ni all·i·oli… casi todas están hechas a base de mayonesas o nata. Las calorías son su atributo más valioso. Al comer fuera de casa cambia las salsas por un buen aceite de oliva, pero en poca cantidad, limón y sal (sin abusar de ella).
- La cervecita. Déjala para cuando hayas adelgazado. De momento, ni alcohol, ni bebidas carbonatadas. El agua clara es tu mejor aliada. Tiene cero calorías y si tienes la sana costumbre de beberte un par de vasos antes de las comidas, se te quitará el hambre y comerás con menos ansia.
- El pan. No comas y si lo haces, come pan integral. Al menos, serán calorías con nutrientes.
- Comidas basura. No pises los fast food mientras estés a dieta, aunque puedas pedirte ensaladas. Son una tentación.
Todos estos consejos pueden ayudarte, pero recuerda que eres tú quién decide…
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