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L&S.- Sufrir de glaucoma es sufrir una lesión irreparable del nervio óptico. El glaucoma está considerado el segundo causante de ceguera en todo el mundo (después de las cataratas). Es una enfermedad que en muchos casos no presenta síntomas en su primera fase. Cuando empiezan a aparecer, ya está en una fase avanzada.
La gran mayoría de las personas afectadas por el trastorno ni siquiera lo saben. La única forma de evitar llegar a perder vista, es el diagnóstico precoz. Y esto es importante, dado que lo que hace más peligroso el problema, es el hecho de que el paciente en su mayoría no presenta ninguna molestia. Sólo lo nota cuándo empieza a notar que su campo de visión se ve disminuido. En ese momento ya el daño es irreversible.
Se piensa que esta patología afecta a más de un millón de españoles. Se incrementa el riesgo de padecerla a medida que se cumplen años. Causa pérdida progresiva de la visión.
El glaucoma generalmente es provocado por un fuerte aumento en la presión intraocular. Aunque lo cierto es que no existe una correlación exacta. Algunas personas pueden desarrollar la enfermedad con cifras de presión intraocular consideradas normales. Y sin embargo en otras ocasiones existen cifras altas sin que se produzca ninguna repercusión ocular.
Es muy importante la detección precoz. Por eso el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, pretende concienciar a la población mayor de 40 años que se sometan a una revisión ocular al año. Sobre todo si existen familiares de primer grado que presentan el glaucoma. En estos casos el riesgo de padecerla es más alto que en el resto de la población en general. Aunque no hay un patrón de herencia claro. El riesgo comienza a partir de los 40 años y se multiplica por 7 a partir de los 60. Otros de los factores de riesgo es pertenecer al sexo masculino, padecer miopía o diabetes mellitus y personas de raza negra.
El síntoma más habitual es la pérdida del campo de visión que se puede detectar mediante la realización de una campimetría. La pérdida de visión del glaucoma afecta primero a la parte periférica del campo de visión (los alrededores del centro de visión). La pérdida de visión moderada o severa puede ser detectada por el paciente al poner a prueba su visión periférica.
Puede hacerse tapando uno de los ojos y mirando hacia las cuatro esquinas del campo visual. Debe fijarse en la claridad y la nitidez. Luego se hace lo mismo con el otro ojo. Muy frecuentemente, el paciente no detecta pérdida de visión hasta que sufre «visión túnel». Si la enfermedad no se trata, el campo de visión se irá cerrando cada vez más y más. Se oscurecerá la parte central y finalmente degenerará en una ceguera total en el ojo afectado.
La pérdida de visión debido a el glaucoma es irreversible. Lo bueno, es que se puede prever o disminuir su progresión con el tratamiento adecuado. Si sospecha que puede sufrir el glaucoma o que tiene factores de riesgos, es recomendable visitar al médico de familia, el oftalmólogo o al optometrista.
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