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L&S.- El herpes zóster comúnmente llamado «culebrilla» es una patología que se presenta como una serie de lesiones en la piel. Están producidas como resultado de la inflamación de los nervios de una zona determinada. Es provocado por el virus varicela zóster (VVZ). El herpes zóster es en realidad una neuropatía, que afecta a los nervios periféricos.
Como ya hemos mencionado, el herpes zóster está causado por un virus que pertenece a la familia herpesvirus 0 herpesviridae llamado virus varicela zóster o VVZ. El virus varicela zóster VVZ es también el virus que causa la varicela común. Enfermedad también conocida como «chickenpox», «chinas», «viruela del viento», «viruela del agua», «peste cristal» o «lechina», «ciruela ovina», «viruelas locas», etc.
La mayoría de las personas han tomado contacto con el VVZ o virus varicela zóster en la infancia. Cuándo la contrajeron o estuvieron expuestos a la enfermedad aunque no la desarrollaran. El cuerpo de un niño puede infectarse y tener un proceso subclínico de la infección sin los síntomas. Cuándo un cuerpo se defiende de un ataque vírico, desarrolla anticuerpos. Estos están en el cuerpo antes de padecer un herpes zóster o culebrilla.
En la mayoría de las personas, su sistema inmune neutraliza totalmente la acción de este virus en el cuerpo manteniéndolo inactivo. Aunque permanece latente en los ganglios nerviosos. Cuándo (por el motivo que sea) el sistema inmune se debilita o deteriora, el virus VVZ (virus varicela zóster) puede reactivarse. Se replica en las neuronas, formando virus nuevos con nuevas fuerzas. Estos se dirigen hacia la piel a lo largo del axón (prolongación desde la neurona que acaba en contacto con las células nerviosas) hacia la zona del dermatoma o zona de la piel enervada por una raíz o nervio dorsal de la médula espinal. Por eso, el herpes zóster o culebrilla sigue una estela que se corresponde a la ramificación de un nervio determinado.
Una vez está el virus del herpes zóster alterando la zona, la piel acusa la infección. La piel puede cambiar de color, salir ampollas o vesículas, etc. Cursa con un gran dolor y sensación de estrangulamiento. El dolor característico del herpes zóster está provocado por la irritación de las fibras sensitivas del nervio que se ve afectado.
No se debe confundir el virus varicela zóster (VVZ) o herpes zóster con el herpes simplex o herpes labial (calenturas). Son Herpes virus diferentes. En el herpes simplex o herpes simple, el virus se llama VHS (1,2). Aunque la infección sigue un proceso muy similar pues el virus se reactiva por una debilidad del sistema inmune. Muchas veces, causado por estrés, enfermedades, tratamientos (oncológicos, de inmunosupresión, corticoterapia, etc.), condiciones físicas y otras situaciones. Un herpes simplex o herpes labial no aparece solamente en los labios. Puede también aparecer en el rostro, dentro de la boca o en cualquier parte del cuerpo. Incluso en el área de los genitales. Es un virus molesto y doloroso, aunque no tan doloroso y complicado como el herpes zóster o «culebrilla».
Casi siempre, la aparición del herpes zóster es precedida por malestar físico propio de un virus. Fiebre, dolores de cabeza, fotosensibilidad y otros síntomas
En la fase de desarrollo del característico rash cutáneo, la lesión empieza siendo una mancha eritematosa. Luego se transforman en vesículas que se distribuyen en los dermatomas en forma de un cinturón que produce espasmos. Con la sensación de que aprieta a ratos (por eso se llama culebrilla). Duele siempre con un dolor intenso y ardiente. De hecho, un herpes zóster o culebrilla es extremadamente doloroso.
Todo puede ocurrir en la región media del tórax, en la zona oftálmica del rostro o incluso en muslos, glúteos, en hombros o brazos. Cuándo un herpes zóster se produce en el rostro, puede afectar a la visión.
Con las vesículas y ampollas generalmente se acompaña un cuadro pseudogripal. Fiebre, cansancio, dolor general, etc. Y en algunas ocasiones, las vesículas pueden romperse (de 7 a 10 días) desprendiendo un líquido sanguinolento y posterior cicatriz que puede ser hiperpigmentada (coloración marrón).
El herpes zóster puede pasar de una persona a otra por contacto directo y las ampollas son muy contagiosas, sin embargo no es un virus que se contagie (como otros) por la respiración, la tos, o contacto casual, por lo que es en la fase de vesículas cuándo se contagia y no en las fases previas, o cicatricial.
El rash (síntomas visuales) y el dolor van a durar de 3 a 5 semanas. No ocurre lo mismo con las ampollas. Estas permanecen de 7 a 10 días. Fase durante la cual tiene lugar el contagio. Sin embargo, hay pacientes que desarrollan a partir de ahí, una condición de dolor crónico a la que médicamente se denomina «neuralgia post-herpética». Es tremendamente difícil de tratar y es más frecuente que se dé ese caso en los ancianos. Es una condición que puede incapacitar al paciente dada la severidad de los síntomas.
El dolor de un herpes zóster es en forma brotes agudos que pueden ser picantes, punzantes, urgentes y sobre todo, muy dolorosos. En el caso de que no haya áreas rojas con ampollas, pero sí el dolor, la situación se denomina «zóster sine herpete». Las contracciones nerviosas que provocan la sensación de que «algo está estrangulando» son si cabe, más intensas. Cuando esto ocurre, hay serios problemas de diagnóstico. Primeramente se confunde con otras patologías. Incluso puede pensarse que se trata de infarto de miocardio, cólico renal, neuralgias, etc. (dependiendo del área en que está la infección).
El zoster sine herpete es como se llama a un herpes zoster o culebrilla que no presenta signos cutáneos, aunque tenga todas las demás características. Es si cabe, más complicado y afecta a más nervios que el herpes zóster normal. Estos casos pueden complicarse con neuropatías craneales, polineuropatías, mielitis, o meningitis aséptica.
Con un herpes zoster facial se pueden producir complicaciones tales como parálisis facial (generalmente temporal), encefalitis y hasta síndrome de Ramsay Hunt. Se cree que es producido porque el virus varicela zóster VVZ infecta el nervio facial cercano al oído interno. Se presenta irritación e hinchazón del nervio, pérdida de audición, etc.
Si se produce el zóster perioftálmico (por afectación de la primera rama del trigémino) va a necesitar atención oftalmológica urgente. Es posible que acabe derivando en complicaciones oculares que pueden ir desde conjuntivitis aguda mucopurulenta, hasta epiescleritis, queratitis y uveítis anterior, etc.. Además, pueden producirse parálisis de los pares craneales III, IV y VI, con consecuencia de afectación del movimiento ocular.
En el caso de que el virus haya afectado al nervio vago, puede aparecer una complicación que aunque es poco frecuente, sí que puede resultar bastante grave. Podría producir una insuficiencia respiratoria por parálisis del diafragma.
Estos rezarán y aplicarán tinta china, algunas hierbas y pasaran sobre la zona sapos para evitar que la «culebrilla» se una sobre si misma cerrando el cinturón y acabe acarreando consecuencias terribles.
Por supuesto, eso es un mito y una falacia peligrosa. Aparte de los problemas que ya acarrea el herpes zóster por sí sólo, se agregará la posible infección de la manipulación por personas no profesionales de la salud. Además del inútil gasto de dinero que eso provocará al enfermo. También, retrasará la aplicación de un tratamiento médico serio.
La eliminación del virus del cuerpo es hoy por hoy algo imposible. Aunque hay maneras de paliar las consecuencias y acortar el tiempo de padecimiento y recuperar los nervios afectados.
El protocolo médico propone medicamentos antivirales como el aciclovir, desciclovir, famciclovir, valaciclovir y penciclovir. Estos fármacos hay que aplicarlos pronto. Si se hace dentro de las 24 h de la aparición del dolor o sensación de ardor, hasta antes de que aparezcan las ampollas, su efecto será muy satisfactorio, evitando así, complicaciones más severas.
No es frecuente, pero puede ser que el médico recomiende corticoides a fin de reducir inflamaciones y el riesgo de padecer de neuralgia post-herpética. Esto, generalmente se suministra a ancianos, que tienen un riesgo mayor.
Aparte del virus, el dolor es el mayor problema del herpes zóster. Para ello se administran analgésicos que el médico dictaminará en función del grado y el umbral del dolor del paciente. Cuándo la intensidad es poca, generalmente se administra Ibuprofeno. Si es moderado, se receta amitriptilina o nortriptilina; antidepresivos que modifican la transmisión nerviosa del cerebro. En casos de dolor severo se recetan analgésicos narcóticos como la codeína o la metadona.
Sobre el dolor del herpes zóster podemos decir que es un dolor diferente por ejemplo al dolor que provoca un golpe. Es un dolor de tipo neuropático. Es producido por estructuras nerviosas que transmiten intensamente el dolor. Además, es de apariencia eléctrica, punzante y abrasante. Además, responde muy mal a los analgésicos o antiinflamatorios conocidos. Para este tipo de dolores se administran otros fármacos. En su mayoría son fármacos anticonvulsionantes como Carbamazepina, Oxcarbazepina, Gabapentina y Pregabalina y también antidepresivos como hemos dicho, la Amitriptilina y la Duloxetina los cuales pueden ser utilizados solos o combinados.
El dolor sigue siendo el mayor motivo de preocupación de los investigadores. En el intento de bloquearlo se han hecho descubrimientos que arrojan respuestas sobre el por qué del dolor extremo, incluso ante un roce suave. La respuesta es porque los nervio se inflaman por acción del virus herpes zóster produciendo glutamato; una sustancia química que invade las células cercanas a las células transmisoras de las señales del dolor. Es la razón por la cual la zona afectada por la culebrilla es tan sensible y dolorosa.
Algunos estudios han demostrado que administrando nuevamente la vacuna de la varicela a personas mayores bloquearía el virus.
Se han elaborado parches que contienen lidocaína o capsaicina; una sustancia que se obtiene de los pimientos picantes. También el complejo vitamínico B ayuda a la rápida mejoría.
Cómo es lógico, toda la farmacopea aplicada, es solamente paliativa. Después, queda un cuerpo debilitado y con muchos tóxicos.
Como tratamiento de este mal, es muy importante elevar el sistema inmunitario. Se trata de un virus y contra los virus, lo mejor de lo mejor para su bloqueo y tratamiento es el propio organismo con sus múltiples recursos pertenecientes al sistema inmune. Para ello, nada mejor que la uña de gato (Uncaria tormentosa). Un complemento fortalecedor del sistema nervioso como el grupo de vitaminas B y el aminoácido Lisina, que ha demostrado ser muy eficaz en inhibir la replicación del VVZ. Y para equilibrar la transmisión neuronal del dolor un neurotransmisor como el triptófano.
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Cáspitas! Así se agradecen ver las cosas, gracias!
que dolor
:-* :-x :cry: es horrible tener herpez ,el dolor neuralgico te queda por mucho tiempo
herpes zoster
herpes zoster el contagio entre pareja si lo tiene en la nalga y esta tomando tratamiento y traga el semen puede contagiarse la mujer