¿En qué consiste el síndrome de las piernas inquietas o de pie inquieto?
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L&S.- También conocido como «Enfermedad de Willis-Ekbom» o SPI; el síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico en el que se hace evidente en el paciente un sinfín de incómodas sensaciones y reacciones en las extremidades, principalmente inferiores. Esto le impulsa a que no pueda dejar de moverlas constantemente.
Todos los síntomas se suceden generalmente al finalizar el día, sobre todo cuando cae la noche o suelen acentuarse durante el descanso; sea en posición sentada o acostada. También puede darse cuándo está en estado de inactividad durante un rato largo. Momentos como viajes en tren o avión, en el cine, etc.
Al agravarse los síntomas durante la noche, el Síndrome de las piernas inquietas o Enfermedad de Willis-Ekbom también está considerado un desequilibrio del sueño. La persona tarda en dormirse o se despierta varias veces durante la noche; por lo que no es raro ver a los que la sufren que se levantan, caminan o hacen algún tipo de movimiento para volver a la cama. Pero casi siempre la molestia vuelve a aparecer en el momento en que descansa las piernas.
Hay personas que sienten sacudidas (espasmos) fuertes en una pierna o un brazo mientras duerme. Puede durar segundos, minutos y a veces casi toda la noche.
Aunque se considera una condición crónica y progresiva, por fortuna el Síndrome de las piernas inquietas puede ser tratado.
Síndrome de las piernas inquietas – Clasificado junto con otros trastornos
Está considerado básicamente un trastorno sensorial neurológico. Todos los síntomas parten del Sistema Nervioso y por sus propias características: el de horario en que se acusa más; añadido a que el Síndrome de las piernas inquietas es un problema que cursa con desequilibrio del sueño, además del impulso constante de mover las piernas para aliviar el problema, éste se clasifica –como ya hemos dicho- entre los trastornos del sueño y también entre los trastornos del movimiento.
Síntomas
Es importante decir que el Síndrome de las piernas inquietas, además de un problema neurológico, afecta al estado de ánimo; a la capacidad de concentración; a la capacidad de memorizar; a las relaciones sociales; al desempeño de las tareas cotidianas y laborales; al carácter, etc. Puede disminuir la productividad de un trabajador en un 20% Es un problema bastante común, pero capaz de dar origen a una depresión o una ansiedad. También es un hándicap a la hora de planificar un viaje.
Sus principales síntomas son:
- Urgencia irresistible a moverse. En pie caminando, estando sentados moviendo las extremidades; y acostados dando vueltas en la cama moviéndose de un lado a otro. Es la forma en que menos molesta la condición de las molestias.
- Sensaciones raras e incómodas (difíciles de definir) en las extremidades inferiores. También se puede sentir en brazos, pecho y cabeza, pero es menos común y puede afectar sólo a un lado del cuerpo o alternarse. Por lo general, con el síndrome de las piernas inquietas se ven afectados ambos lados.
- Fatiga, mucho cansancio y sueño durante el día
- Algunos pacientes dicen sentir un dolor punzante, otros describen que sienten tirones y hasta que sienten como si algo caminara o se arrastrara por las piernas. Estas sensaciones pueden ser variables en intensidad. Incómodas, irritantes y también dolorosas.
- Todos los síntomas del síndrome de las piernas inquietas o Enfermedad de Willis-Ekbom, empeora durante la noche, bajando la intensidad por la madrugada, que es cuándo algunos pacientes consiguen descansar.
- Se pueden dar remisiones o mejorías durante semanas y hasta meses, pero los síntomas reaparecen y éstos generalmente se agravan con el tiempo.
¿Cuál es la causa el síndrome de las piernas inquietas?
En la gran mayoría de casos, el origen se considera idiopático. La genética también puede ser lo que condiciona a una persona a padecerlo. Hay estudios que indican que en los pacientes que que padecen SPI hay concentraciones bajas de hierro y se piensa que podría ser esa una posible causa del síndrome de piernas inquietas, aunque no es concluyente.
Hay estudios que se dirigen a relacionar este síndrome con una disfunción en una de las áreas dopaminérgicas del cerebro que controla el movimiento (ganglios basales). Una alteración en la acción moduladora de la dopamina puede producir movimientos involuntarios. Esto es común en muchas de las personas que padecen la enfermedad de Parkinson; otro de los trastornos de las vías dopaminérgicas. De hecho, estos enfermos tienen mayor probabilidad de desarrollar el síndrome de las piernas inquietas.
Esta teoría es coherente con que se sospeche que en la falta de hierro pueda estar el origen, ya que este mineral es necesario para que el cerebro procese correctamente la dopamina.
El SPI se asocia con enfermedades subyacentes
- Niveles bajos de hierro
- Ingesta de algunos fármacos. Sobre todo aquellos que intervienen en la actividad neurotransmisora, como antidepresivos, antipsicóticos, para la prevención de nauseas, antihistamínicos, etc.
- Consumo de excitantes: alcohol, cafeína, nicotina o drogas
- Insuficiencia renal avanzada y hemodiálisis
- Como consecuencia de cambios en el cuerpo de las embarazadas. En este caso, los síntomas del síndrome de las piernas inquietas o Enfermedad de Willis-Ekbom van desapareciendo unas cuatro semanas después del alumbramiento.
- Neuropatías
- Algunas alteraciones del sueño pueden también agravar y hasta desencadenar los síntomas. Falta de sueño, apnea obstructiva del sueño, etc. Si se consigue aliviar estas alteraciones, reducirá considerablemente y hasta desaparecerán los síntomas del síndrome de piernas inquietas.
Tratamiento
No hay un fármaco ideado para curar el síndrome de las piernas inquietas. El tratamiento va dirigido a aliviar los síntomas. Existen protocolos que se pueden ir cambiándose e ir probando qué es lo que dará mayor alivio al paciente. Incluye:
- Programa de ejercicios regulares aeróbicos y de estiramiento.
- Masajes en las extremidades.
- Baños calientes, preferiblemente con magnesio natural en el agua.
- Alternar calor y frío también ayuda a aliviar los síntomas.
- Cambios en el estilo de vida y actividades diarias ayudan a reducir los síntomas.
- Es útil una suplementación con hierro.
- Evitar el consumo de cualquier bebida o alimento que resulte ser excitante.
- Mantener patrones de sueño regulares.
- Ciertos fármacos no carentes de efectos secundarios, como anticonvulsivos, dopaminérgicos, opioides, benzodiacepinas, etc.
Más información en Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas
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