Contenidos
L&S.- La tuberculosis o TB es una patología producida por contagio de persona a persona a través de una bacteria llamada «Bacilo tuberculoso» o «Bacilo de Koch». Dónde más se multiplica y desde dónde más puede ser contagiada, es desde los pulmones.
Aunque es una enfermedad severa, se puede prevenir y se puede curar; aunque también hay que decir que podría ser mortal. Afecta principalmente a los pulmones (tuberculosis respiratoria) y cuándo un tuberculoso tose, escupe, estornuda, habla, o grita el bacilo se disemina de forma aérea y las personas que están a su alrededor, pueden inhalarla e infectarse. Basta con que inhale unos pocos patógenos para que quede infectada, aunque es muy poco probable que se infecte en un contacto breve o al aire libre. No es una enfermedad que se contagie por compartir utensilios, compartir comida, estrechar manos, utilizar las mismas toallas, a través de las relaciones sexuales, etc.
Hay personas que han adquirido el patógeno y han desarrollado la enfermedad y otras que aunque se hayan infectado no llegan a desarrollarla, aunque lo más probable es que necesite tratamiento para no enfermar posteriormente. Las bacterias que causan la tuberculosis o TB son capaces de mantenerse vivas en el organismo sin que la persona enferme. A eso es a lo que le ocurre a la mayoría de personas. Pueden entrar en contacto con el microorganismo y sin embargo su sistema inmune consigue que no se multiplique. Se llama «tuberculosis latente». Son tuberculosos que aún teniendo la enfermedad no sienten síntomas de estar enfermas ni contagian a otras personas. Aunque eso no significa que estén exentas. Si las bacterias se activaran y empezaran a multiplicarse, dicho tuberculoso desarrollaría todos los síntomas y tendrá que tratarse.
Hay personas en las que estos síntomas son leves y pueden padecerlos durante muchos meses. Estas personas no buscan de inmediato atención médica y por tanto, están contagiando a otros. Se estima que en un año, un tuberculoso puede llegar a infectar a entre 10 y 15 personas con las que tiene un contacto estrecho. Sin la debida atención, 2/3 de las personas que padecen la enfermedad, fallecen.
Realmente no hay un tipo específico de población más susceptible que otra de contagiarse, aunque hay algunos casos con alto riesgo:
Si llega a infectarse con el patógeno, tendrá más posibilidades de que la enfermedad prolifere si usted:
Según cálculos, la tercera parte de toda la población mundial tiene tuberculosis latente. Parece un número muy alto, pero tan sólo en Estados Unidos de América, son millones de personas que la tienen y no lo saben y lo peor es que un tuberculoso latente está en peligro constante de desarrollar la enfermedad y contagiar en cadena al resto de vecinos.
Un 10% de estas personas que llevan el bacilo llegan a desarrollar la enfermedad, aunque la proporción sube si la persona infectada pertenece a alguno de los grupos antes mencionados.
La mejor manera de detectar la existencia del bacilo es a través del «Test de Mantoux »o «Prueba de la tuberculina» en la piel que consiste en inyectar una pequeña cantidad de líquido intradérmico. Pasados tres días, deberá examinarse el área de la prueba. La prueba de la tuberculina -dependiendo de si es positiva, o negativa- informará acerca de si se ha estado en contacto con el bacilo o no. En el caso de que sea negativa puede también ser porque la persona esté en «período ventana», pues se necesitan de 8 a 12 semanas desde el último contacto con un tuberculoso para que el negativo no sea un falso negativo.
Tanto en caso de ser negativo como positivo el resultado de la tuberculina la persona deberá hacerse una radiografía del tórax para descartar o confirmar totalmente el resultado. En caso de que la radiografía indique lesiones, el médico proseguirá su estudio mediante el análisis de esputo para confirmar si hay tuberculosis o TB y determinar el grado de daño.
No todas las tuberculosis tienen el mismo grado de consecuencias.
Lo más importante para que las personas salven su vida es la detección precoz. Se salvan millones de vidas gracias al diagnóstico temprano y tratamiento efectivo. El tratamiento es a base de una combinación de cuatro medicamentos antibióticos administrados a lo largo de seis meses con la supervisión y apoyo de un especialista o de un equipo especializado. Si el tratamiento se sigue correctamente, la mayoría de las personas consiguen curarse completamente.
Los síntomas de la tuberculosis desaparecen rápidamente con el tratamiento, pero hay un gran riesgo de recaída si no se sigue durante el tiempo indicado. Un tratamiento mal curado o interrumpido puede significar que un próximo tratamiento tenga que ser más largo y difícil de tolerar o que impida su curación.
Lea: La clorofila (Parte II)
Suplemento que consigue una liberación alta de células no especializadas. Puede ver los 3 productos que actúan en sinergia:
Dormir bien es un lujo. El insomnio es quizás uno de los problemas de salud que…
¿Qué es la impotencia? La impotencia o disfunción eréctil es una condición física masculina bastante común. Está…
Schizandra o esquisandra L&S.- La Schizandra o esquisandra; también llamada Schisandra (con «s») es una…
Ondas electromagnéticas no ionizantes Los dispositivos Pranan Graphene son el resultado de un exclusivo diseño…
El lúpulo y su acción frente al dolor ¿Quién puede escapar del dolor físico? Pocas…
¿Qué son el Sistema inmunológico innato y el adaptativo? L&S.- La respuesta inmunitaria es la…