Las fiestas hacen estrago en nuestro cuerpo
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L&S.- Al comenzar un nuevo año, siempre hacemos balance. Empiezan a fluir las «declaraciones de intenciones». Adelgazar, comer sano, ir al gimnasio, etc. Aunque no damos tregua a nuestra conciencia durante las fiestas, las cuales en casi todos los países, occidentales, comienzan con la «plantación» del árbol de navidad. Sobre a primeros de diciembre. En España, acaban el 6 de enero con el famoso «roscón de reyes», que con él acaba más de un mes de excesos.
Fiestas de comidas abundantes con gran variedad de deliciosos embutidos. Entrantes de gran elaboración con cremas, mayonesas y aceites, carnes, salsas, ricos pescados azules, jamón, quesos curados, frutos secos, tartas, pasteles, turrones, mazapanes y demás dulces, bombones, tortas, helados, confituras, y un largo etcétera que se añade según la localización geográfica. Todo muy graso y muy azucarado. Por supuesto, como no, regado con buenos vinos, cavas, licores. Los inocentes ‘«chupitos», las cervezas, o refrescos azucarados y con gas (en vez de agua), café y té cargados para estar en pie toda la noche.
Lo que comemos en las fiestas
Loprimero, un exceso de grasa y de azúcar. Cómo no, también de alcohol y todo tipo de excitantes. Sin tomar en cuenta de que en algunos casos se abusa de otras sustancias más serias… El resultado es una acumulación de toxinas, exceso de colesterol, ácido úrico, y otros elementos. Elementos que además de aumentar el colesterol, nos pone en serio riesgo de enfermedades severas.
Se ha calculado que en una sola cena de las fiestas navideñas, se pueden consumir aproximadamente las calorías que el cuerpo necesita para 5 días enteros. También se ha publicado que se sube un promedio de ni más ni menos que cuatro kilos. Al cuerpo se le somete a un enorme esfuerzo. Muchas personas no son conscientes de ello. Otras que sí, consienten en que así sea, para después «curar» en vez de haber «prevenido».
Cuándo acaban las fiestas, no sólo es necesario bajar los cuatro kilos demás (es una media). Además, resulta urgente desintoxicar el cuerpo. Y se debe hacer bien. Perder peso es casi una prioridad, ya que según los estudios, más del 30% de las personas tienen problemas de obesidad (a mayor, o menor medida) y un gran porcentaje, presentan sobrepeso.
Las fiestas pasan factura
No es baladí el que la conciencia nos acuse. Debemos hacerle caso. Aprovecha los propósitos de enmienda que vienen después de los atracones. Pon en práctica «eso» que tenemos que hacer: dieta, ejercicio, dejar de fumar, etc.
Y eso que el equilibrio orgánico se consigue de una manera muy simple. Comiendo menos, bebiendo agua (de la de verdad) y moviéndose más. Pero suele ser difícil plantearse cambios de hábitos de manera brusca. Está bien empezar por una cura de desintoxicación. Después, plantearse un sistema de adelgazamiento. Y, por supuesto, hacer un hueco para caminar. Como mínimo una hora todos los días y beber mucha agua para olvidar las fiestas.
Desintoxicar y depurar de las fiestas
Hay muchas dietas para depurar. Unas mejores que otras. Una de las mejores dietas es la de la sopa quemagrasas para depurar para 7 días. Esta dieta rápida y fácil consigue resultados sorprendentes. Estaba pensada originalmente para personas que iban a ser sometidas a operaciones de corazón en que el sobrepeso es un problema de mayor riesgo.
Por supuesto que no ha de sobrepasar esos 7 días. Si se quiere extender, deberá pasar al menos un mes para hacerla nuevamente.
También hay monodietas, como la dieta del limón de 5 días, o la dieta de la alcachofa. Esta última, muy útil para la sobrecarga a la que se ha sometido al hígado.
Al tiempo de hacer alguna de estas dietas, lo mejor es tomar un complemento de café verde con ácido clorogénico y cromo, que quita la ansiedad por comer y ayuda a llegar a buen puerto.
Última revisión: 27/diciembre/2018