L&S.- La vitamina D no es una vitamina propiamente dicha, ya que mayoritariamente es elaborada por el propio cuerpo sin que intervengan alimentos orgánicos. A través de la dieta solamente ingerimos el 10-20% de toda la que necesitamos. Actúa también como una hormona al ser capaz de activar / reprimir varios genes.
Vitamina D – Un poco de historia
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A principios del siglo IXX, mientras observaba a niños raquíticos (enfermedad causada por déficit de esta vitamina), un médico polaco descubrió que bastaba un poco de sol y los niños mejoraban, endureciéndose sus huesos. Posteriormente, vieron los beneficios de los baños de sol como terapia para más dolencias, como la tuberculosis. Los científicos de la época no sabían el por qué mejoraban, pero los tratamientos de baños de sol se hicieron muy populares. Los antibióticos no existían todavía, pero muchos mejoraban.
No fue sino hasta principios del siglo XX cuándo unos científicos alemanes descubrieron que los rayos del sol ponían en marcha la producción de vitamina D al posarse sobre la piel. Era la vitamina la que producía esos beneficios en diferentes tejidos corporales (no solamente en los huesos). No hace tanto tiempo que se sabe que actúa también sobre las mamas, el cerebro, el riñón, el páncreas, las paratiroides, la próstata, el tejido graso, el intestino, el sistema inmunológico, la piel (sobre todo en lo que respecta a la respuesta inmune), el metabolismo de los huesos, etc. También se ha descrito una potente acción protectora del cáncer, y ahí no termina, puesto que está implicada en subprocesos en que otros elementos son los protagonistas.
Como obtiene la cuerpo la vitamina D
Se obtiene a partir de fuentes alimenticias limitadas, como pueden ser los aceites de pescado y algunas plantas. Eso viene a satisfacer un 10 -20% aproximadamente de las necesidades del organismo. El otro 80-90% se sabe que el cuerpo la elabora a partir de la luz del sol sobre la piel a través de un complejo proceso químico en que se requiere la acción de los rayos ultra violetas que provienen del sol. Aunque la realidad es que en los países en que no hay suficiente luz ultravioleta en algunas temporadas del año, esta vitamina debe ser ingerida y suplementada. También, cabe destacar que la melanina (pigmento de la piel), absorbe los fotones de los rayos UVB y se comporta como si fuera un protector solar, haciendo que las personas de piel oscura, necesiten de 5 a 10 veces más de exposición al sol que las personas de piel clara para sintetizar cantidades similares de la vitamina. Otro factor que entorpece la fabricación de vitamina D, son los filtros solares con un factor alto.
La exposición al sol debe ser de alrededor de 10 m tres o cuatro días en semana. Esto nos garantiza unos niveles correctos para el organismo. La que es producida por la piel es almacenada en el tejido adiposo y los músculos y es a partir de ahí desde donde se utiliza.
Es importante resaltar que se debe evitar la deficiencia en vitamina D, sobre todo en personas mayores y en niños. Deben recibir de forma frecuente ese tiempo al sol o al aire libre que hemos dicho. Este grupo de personas son mucho más propensas a presentar carencias en esta vitamina que los adultos jóvenes y generalmente es debido a una alimentación inadecuada, o a una absorción deficiente.
¿Qué diferencia hay entre la vitamina D, la vitamina D2 y la D3?
La diferencia entre las vitamina D2 y D3 es muy poca y básicamente es la forma de obtenerla y en cómo se metaboliza en los tejidos lo que hace distinciones, pero las funciones vienen a ser similares. Sin embargo, cuándo se trata de suplementar, hay estudios recientes que alegan que la D3 es más efectiva que la D2 a la hora de aumentar los niveles de vitamina D en la sangre.
En los tres casos estamos hablando de la vitamina D:
- D3 o colecalciferol se fabrica en el interior de células de la piel (queratinocitos) mediante la acción de los rayos ultravioletas sobre un elemento que deriva del colesterol y
- D2 o ergocalciferol se produce a partir de alimentos
Como resultado final, ambas: D2 y D3 tienen estructuras similares, pero con ciertas diferencias estructurales y funcionales. Ambas son la forma activa de la vitamina D o prohormonas.
Una vez producida la vitamina D pasa por dos cambios:
- Cambio a través del hígado, dónde se produce calcidiol
- Cambio a través de los riñones y otros tejidos dónde se produce calcitriol, una hormona que estimula la absorción del calcio y ciertos fosfatos. El calcitriol participa en la síntesis de la insulina, regula el sistema inmunitario, tiene poder antimicrobiano e interviene en las contracciones del músculo cardíaco (entre otras funciones).
Dosis diaria
Se recomienda diariamente un aporte 5 µg/día (400 U/día) de vitamina D. Con esa cantidad se queda asegurado un desarrollo adecuado en los huesos de niños y adolescentes. Para mayores de 50 años, es recomendable subir la cantidad en 10 o 15 µg/día. No se deben sobrepasarlos 25 µg/día en los niños ni los 50 µg/día en los adultos.