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L&S.- Generalmente pensamos que la acidez de estómago o el reflujo tienen su origen en un exceso de ácido estomacal. Lo cierto es que cuándo se produce la sensación de «acidez de estómago», el nivel de ácido gástrico está bajo, no alto.
Nuestro estómago debe ser ácido. De hecho, tiene un pH de entre 1.0 y 2.0. Eso es muy ácido, y debe ser así. El cuerpo necesita que los niveles de ácido estomacal sean los óptimos para conseguir descomponer y posteriormente absorber muchos nutrientes necesarios. Nutrientes como minerales (calcio, zinc, hierro, cobre), vitamina B12, ácido fólico, grasas y proteínas.
Otra cosa que hace singular al ácido estomacal, es que es una de las partes que integran el sistema inmunológico. Forma una barrera ácida que acaba con bacterias y patógenos que entran al cuerpo a través de la comida. A su vez, el ácido estomacal evita que las colonias bacterianas del intestino migren hacia el estómago.
Una disminución del ácido clorhídrico se llama hipoclorhidria. Suele pasarse por alto en los diagnósticos, pero está relacionada con enfermedades serias. Cáncer de estómago, asma, artritis reumatoide, problemas tiroideos, etc.
El ácido estomacal es un ácido muy fuerte compuesto de agua, ácido clorhídrico, trazas de cloruro de potasio, cloruro sódico, bicarbonato y enzimas (pepsina, rennina y lipasa). Su secreción se produce por orden del cerebro, transmitida a través del nervio vago. En el estómago de una persona adulta se secreta diariamente entre 2 y 3 litros al día de HCL.
La acción del ácido estomacal es muy poderosa en los humanos. Tiene la capacidad de digerir todos los metales, la mayoría de los plásticos, el vidrio, etc. Es tan fuerte que el epitelio gástrico produce mucus o mucina para auto protegerse del contacto directo.
Cuándo tenemos «acidez de estómago» o «ardor de estómago», cogemos el antiácido favorito (hay muchos en el mercado) y aliviamos nuestro problema. Pero, muchas veces esa «acidez» (como hemos dicho al principio) es una consecuencia de que el ácido del estómago está bajo.
Generalmente, personas a las que se les ha diagnosticado algún problema gastrointestinal, suelen tener más riesgo de tener también «acidez estomacal». Si después de haber cambiado hábitos de alimentación, sigue sin alivio, lo más probable es que tenga bajos los niveles de ácido del estómago.
Hay personas que cuándo comen carne roja u otro tipo de carne importantes en cantidades, suelen sentir una pesadez que dura toda la tarde y parte de la noche. A veces, va acompañada de nauseas. Eso puede deberse a que no tiene la capacidad para digerirla. Necesita más ácidos para romper la estructura de las proteínas. Lo más probable es que cuándo su comida consiste de vegetales, sobre todo crudos, esto no ocurra.
El reflujo ácido es algo paradójico. Ácido estomacal que se vuelca al esófago tocando zonas desprotegidas y causando sensación de ardor: reflujo gastroesofágico (ERGE). Como es razonable pensar, se cree que hay niveles altos de ácido «acidez estomacal» y para aliviar, uno se toma un antiácido. ¡Un error! Ese es el patrón más común. Patrón que le interesa a los fabricantes de antiácidos por lo que pagan sendas campañas en los medios a fin de que nos lo creamos. Después de comer, un señor pone cara de estar muy molesto, se toma un sobre de antiácido y se pone a bailar. ¿Le suena?
Una de las explicaciones de la ERGE es esta: Un empobrecido ácido estomacal desemboca en una serie de condiciones que acaban aumentando la presión intra abdominal empujando contra el esfínter inferior del esófago. Este se abre debido a la presión y deja pasar cantidades ínfimas de ácido estomacal, el cual causa dolor y ardor. El esófago no está cubierto de una capa protectora contra la corrosión del ácido. Por eso es tan molesto.
Una suplementación con Betaína HCL conseguirá que por la noche no sufra de reflujo o de dolor de estómago. Ayudará a absorber las proteínas y las digestiones serán más ágiles.
Gases, sensación de una digestión paralizada durante horas, eructos y/o un fuerte dolor de estómago. Son indicadores de que la digestión es mala. Si sus niveles de ácido estomacal son bajos. Las bacterias sobreviven y la comida permanece durante horas en el estómago sin ser vertida al intestino delgado. Esta fermenta, entre otras cosas, porque se produce un sobre crecimiento bacteriano, los cuales son origen de desagradables gases que a veces conducen a un dolor intenso.
Prueba casera para saber si el nivel de ácido estomacal es el óptimo o es bajo
Tomar durante 3 días seguidos media taza de zumo de remolacha (betarraga) fresca. Si no tuviera a mano, puede comer remolacha cocida, pero en cantidad suficiente como para que la coloración tiña nuestra digestión.
Vaya controlando el color de la orina (de las heces no, porque saldrán rojas seguro). La orina debe ser levemente amarilla (normal) y nunca rosada ni roja. Si sale con tendencia al color de la remolacha, significa que el ácido estomacal es anormalmente bajo. Si hay suficiente ácido gástrico, el pigmento de la remolacha es descompuesto y no aparece en la orina.
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Quizá convendría clarificar que un pH bajo se corresponde con mayor acidez. Algún otro lector podría asociar momentáneamente "niveles bajos" con "concentraciones bajas", cuando en este caso es a la inversa.
Y corroboro lo comentado sobre las digestiones pesadas y el consumo de carne: hace muchos años que no como animales y sólo me queda un recuerdo vago de aquellas sensaciones de náusea o acidez, e incluso de la somnolencia después de comer.
Leer sobre la función de barrera de los ácidos del estómago contra las bacterias me ha hecho pensar que demasiada acidez podría tener además el efecto negativo de reducir el número de microorganismos necesarios (o simplemente beneficiosos) que ingerimos y forman parte de la microbiota intestinal. Supongo que en los carnívoros, con su intestino más corto, las poblaciones microbianas y sus funciones han de ser bastante distintas a las nuestras, y para ellos un pH muy bajo en el estómago no solo facilita el trabajo a las enzimas sino que será crítico contra los patógenos presentes previamente en sus presas, o que profileren en sus restos.
Gracias por el artículo.