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L&S.- Desde el mismo momento en que una mujer queda encinta, comienza un viaje de grandes cambios físicos y hormonales; pues se convierte en la vivienda habitual de otro ser vivo que sin estos cambios, no podría desarrollarse. Estos afecta directamente en su vida de pareja. La combinación de sexo y embarazo no son incompatibles. Es un aspecto de la vida al que hay que darle la atención que merece.
Por supuesto hay variedad de mitos y leyendas sobre la combinación sexo y embarazo; y surgen teorías sobre la vida amorosa de las futuras mamás. La frecuencia, las posturas durante la gestación, etc.
Lo que sí es cierto es que a menudo, las hormonas hacen que el deseo – sobre todo a partir del segundo trimestre del embarazo- se dispare. Mientra eso sucede, el hombre siente lo contrario. Para los hombres, sexo y embarazo no son conjugables de la misma manera que en la mujer. Los hombres sienten cierto recelo a la hora del hacer el amor. Y en la mayoría de los casos es por miedo a hacer daño al bebé o a la madre; y porque su sentimiento se torna en profunda ternura, en vez de deseo. Todo esto es alimentado por el desconocimiento y la influencia del círculo de amigos.
Los ginecólogos aconsejan que el sexo y embarazo debe ser algo de mucha importancia. Deben mantener relaciones normales -si el periodo de gestación es normal-, pues aseguran que es bueno para la pareja, además de seguro para la madre y el bebé. O sea que sexo y embarazo sí.
Sexo y embarazo durante esos nueve meses de gestación: el cuerpo de la madre se ve sometido a grandes cambios constantemente y en consecuencia, se debe tomar como normal que la mujer pase por diversas etapas, tanto anímicas, como emocionales que por supuesto afectarán a la vida de pareja. Como ejemplo, durante el primer trimestre, el interés de ambos, pero sobre todo de la mujer posiblemente se vea mermado por razones físicas. Cansancio, vómitos, dolor físico, debilidad anímica, temores, hipersensibilidad, cambios bruscos de humor, etc. Quizás esta sea la etapa en que la mujer necesite una mayor atención sentimental, pero no física. Por supuesto, esto no es una regla y puede que cada mujer tenga diferente comportamiento ante la pareja.Son momentos en que sexo y embarazo es un asunto a cuidar con mimo.
Sexo y embarazo en el segundo trimestre de gestación: disminuyen en gran medida las molestias físicas, la mujer se estabiliza mucho a nivel emocional y el vientre es lo bastante plano como para no entorpecer cualquier plan. Es momento de combinar sexo y embarazo. El contacto físico en la mujer durante esta etapa son bastante cómodas y los cambios hormonales no hacen otra cosa que intensificar el orgasmo. Puede que sea la mejor etapa de los nueve meses.
Sexo y embarazo en el último trimestre: la situación también sufre cambios. La barriga ya es muy abultada y al bebé ya se le nota y se le siente, incluso ya se habla con él. Ambos ya cuentan con él y como una tercera persona. La inquietud de la presencia del bebe, puede que en ambos cree cierta ansiedad que haga que se deje la intimidad de lado. En cualquier caso, son barreras psicológicas que nada tienen que ver con el hecho esperar un bebé en sí. Las vida íntima de la pareja, puede seguir siendo placenteras y aconsejables para los tres. De hecho, la combinación sexo y embarazo en estos últimos días ayuda a acelerar el nacimiento del bebé.
Cada pareja es un mundo y cada pareja sabrá perfectamente qué y cómo hacerlo.
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