La sexualidad en el embarazo suele ser motivo de preocupación
Contenidos
L&S.- Cuándo la pareja es nueva en la maternidad, el binomio sexualidad y embarazo es algo que les causa ansiedad. Sienten deseos, pero no saben cómo encauzarlo. Y no siempre pueden hablar con madres o personas adultas de la familia. Temen causar daño al bebé, abortar o causar daño a la madre. Y hasta en algunos casos, el hombre tiene la sensación de que la situación le puede. Ve a la mujer con tanta ternura que es incapaz de dar rienda suelta a sus apetencias.
Paradójicamente, en algunas mujeres los cambios hormonales hacen que sus deseos sexuales aumenten. Encontrándose con una sexualidad reprimida por el sentimiento contrario de su pareja. En otras mujeres, también por efecto de sus hormonas sus deseos sexuales se ven mermados y hasta anulados.
Sexualidad en la pareja que espera un hijo
Estamos hablando de un concepto demasiado amplio. En él está también incluido el afecto, la comunicación, la ternura, el placer y la procreación misma. Estos sentimientos son los que se vehiculizan a través de las relaciones sexuales. Si estamos preocupados o angustiados con el embarazo, la vida sexual en su amplio sentido se va a ver afectada. Hay que tener bien claro que las relaciones sexuales no constan solamente de una penetración. Tampoco del contacto directo con los genitales. La sexualidad engloba los juegos amorosos, la ternura, las fantasías, el deseo y todas las manifestaciones de las que anteriormente hemos hablado.
Ni en parejas embarazadas, ni en parejas que no lo están, el sexo debería ser algo que esté mecanizado. Mucho menos con un uso del cuerpo con la única finalidad del placer. Debería ser un vehículo de enriquecimiento personal. Los humanos lo utilizamos como medio comunicativo para dar y recibir placer de la pareja. Esto no es menos válido respecto a la sexualidad durante el embarazo. En esta etapa todo esto se ha utilizado para la procreación, el haber más loable de la vida en pareja.
Las hormonas juegan su papel
La sexualidad de las parejas pasa por varias etapas. Algunas de ellas, son verdaderas crisis. Una de estas etapas es el embarazo y el posparto. Época llena de hormonas y sentimientos encontrados. El hombre es mero espectador de lo que a la mujer le sucede. Y muchas veces no sabe controlar situaciones que podrían ser fácilmente corregibles, tomando el control de la situación. En esta etapa, la compresión y la ternura acabarán con cualquier crisis en la sexualidad de los embarazados.
Como hemos dicho, algunas mujeres sienten que sus deseos sexuales aumenta durante los primeros meses de embarazo. Otras sienten que con su embarazo tienen más que suficiente. Por el contrario, algunos hombres sienten una enorme ternura hacia su pareja y otros sienten un rechazo visceral. Todos estos sentimientos deben ser canalizados con inteligencia. Sobre todo, porque la intimidad durante el embarazo es necesaria y beneficiosa para ambos.
Preguntas como: ¿Puede el orgasmo provocar aun aborto? ¿Puede afectar al bebé? ¿Puede un orgasmo femenino adelantar el parto? Son preguntas nocivas. La respuesta es un no absoluto a todas. La sexualidad es algo natural y nada dañino. Y une mucho y calma tensiones y estrés. Además, durante las relaciones sexuales, el útero (lugar en que está el bebé) se contrae. Estas son contracciones naturales sin ningún daño hacia el feto.
Estas tensiones sobre la sexualidad pueden ser disipadas si la pareja investiga, habla con el médico, y sobre todo, hablan entre ellos.
Me encantó el artículo, ciertamente es muy importante tratar de mantener una buena actitud durante el embarazo. El sexo es algo importante, siempre que no cree peligro. Excelente, gracias por todo.