Síndrome de Peyronie – Una enfermedad que se sufre en silencio

L&S.- El síndrome o enfermedad de Peyronie es uno de los males que más alarman a los pacientes que la padecen. Afecta a un número importante de hombres. La falta de información que existe sobre esta condición, genera mucha ansiedad tanto en ellos como en sus parejas.

¿Qué es el síndrome de Peyronie y de dónde viene ese nombre?

El nombre «Peyronie» se le da, porque el médico francés que describió por primera vez esta enfermedad en 1743 se llamaba Gogot Peyronie. Describió este síndrome como «…la aparición en el pene de un lecho arrosariado. O lo que es lo mismo, que tiene forma de rosario con; abultamientos y angostamientos de tejido fibroso que origina una incurvación apical durante la erección».

La enfermedad o síndrome de Peyronie, también llamado ‹pene curvo›, ‹pene torcido›, ‹“pene chueco›, ‹pene doblado›, etc…) puede aparecer en cualquier edad del hombre. Se produce con mayor frecuencia entre los 45 y 60 años. El origen no está del todo claro, pero se cree que puede ser originado por algún tipo de traumatismo durante alguna relación sexual. O quizás en alguna masturbación hecha con algo de violencia. Hay pacientes que relatan algún incidente en el que sintieron una especie de ‹chasquido›. Si bien, otros no consiguen establecer el momento en que pueda haber existido accidente alguno.

Pene curvo o Síndrome de peyronie – Masajes para corregirlo

¿Cómo explicar esta condición?

Una de las cosas que sí se han establecido con la enfermedad o síndrome de Peyronie, es que la curvatura del pene es debida a la existencia de una cicatrización. Dicha cicatriz proviene de una micro rotura sobre la capa albungínea o tejido grueso y fibroso que está en el cuerpo del pene. En el área de la cicatriz se forma una placa fácilmente palpable. En muchos casos se queda sólo en eso; en una placa no molesta. Pero en otros casos, se forma un queloide, que se endurece y se hace tirante durante la erección del pene.

La enfermedad o síndrome pasa por dos fases:

Fase inicial o aguda

En esta fase, el síndrome de Peyronie, pene torcido o pene curvo, se caracteriza por el dolor. El hombre siente dolor en el pene en estado de reposo o en erección. Además de una incurvación progresiva. En esta fase, un tratamiento a base de masajes para corregir la curvatura puede dar resultados sorprendentes.

Fase crónica

Pasada la primera fase; es decir, cuando la placa se endurece totalmente; se pasa a la fase crónica. En esta la enfermedad de Peyronie se queda con el grado de incurvación final. Puede también responder a los masajes, pero necesitará más tiempo y apoyarse con la ingesta de vitamina E pura y otros suplementos que ayuden con la corrección de los tejidos.

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¿Se puede considerar una enfermedad grave?

El síndrome de Peyronie no es grave en sí mismo. Pero lo cierto, es que para muchos pacientes es dramático en sus vidas.  Algunos varones simplemente no pueden efectuar la penetración debido a la forma que adquiere el pene al doblarse y retraerse del lado en que está la placa. Dependiendo dónde esta esté ubicada,  el pene se doblará o curvará. Eso es por la imposibilidad que tiene de estirar de igual manera el lado con placa que el lado sano.

Las incurvaciones son muy variadas. Pueden ser hacia arriba, hacia la derecha, hacia la izquierda. Puede incluso doblarse hasta en ángulo de 90º. En algunos casos, hay pacientes con el síndrome de Peyronie que pueden tener más de una placa. Otros en vez de curvarse, el pene se acintura, estando más fino allí dónde está la placa.

Cuándo un hombre sufre esta condición, tarda en pedir ayuda. No va la consulta de un médico por vergüenza, por miedo o desconocimiento. Es una verdadera pena, porque en la primeras fase podría ser reversible con un tratamiento y un especialista adecuado.

Diagnóstico

Para diagnosticar el síndrome de Peyronie es necesario que el médico hable con el paciente. El especialista también querrá ver fotos del pene en erección a fin de medir el ángulo de incurvación del pene.

No a todos los hombres la enfermedad del ‹pene curvo› los imposibilita para la penetración. Cuando a un hombre se le diagnostica el Síndrome de Peyronie, no debe de buenas a primeras aceptar una cirugía como solución. La cirugía debería ser el último recurso. Además, con ella, jamás se deben tener falsas expectativas.

Con la cirugía, el varón debe saber que su pene recuperará la geometría previa, pero sufrirá un acortamiento de entre 1-2 cm. de media. Puede tener después además una disfunción eréctil. Será en función de la técnica quirúrgica utilizada. En la mayoría de los casos, el resultado final puede ser devastador en su vida íntima. Puede probar tratamientos alternativos como vitaminas, masajes, acupuntura especializada, etc.

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