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L&S.- El tedio que produce la palabra «estudiar» hace que releguemos el momento de ponernos a hacerlo y casi siempre se hace por las noches y en vísperas de un examen, o de entregar un trabajo. No es difícil ver las bibliotecas llenas por las noches en época de exámenes, sin embargo, la noche se ha hecho para descansar. Nuestro cuerpo, está hormonalmente preparado para las fases de vigilia / sueño. Son los denominados ciclos circadiano. Por la noche estamos más aletargados y menos atentos; y por tanto nuestro cerebro retiene mucho menos. Si tomamos esto en cuenta junto con algunos buenos consejos; con el mismo esfuerzo conseguiremos mucho más rendimiento. Esas son las técnicas de estudio.
Aunque ya seamos adultos o estudiantes de cursos superiores y no hayamos tenido mucho éxito, debemos saber que nunca es demasiado tarde para empezar. Y si somos padres de niños pequeños, debemos potenciar los hábitos de estudio desde la cuna. Porque nunca es demasiado pronto para lo propio. Cuánto antes se enseñen técnicas de estudio, el estudiar será más fácil. Se convertirá en rutinas naturales y provechosas para siempre y en todos los campos de la vida. No sólo en la curricular. La persona con técnicas de estudio, disfrutará toda la vida de una curiosidad por saber y crecer como persona.
Aquí están nuestros consejos para sacar el máximo provecho al tiempo dedicado al estudio.
No todas las personas tienen las mismas preferencias. El mejor lugar y la mejor hora para estudiar es personal. La
Tu área de estudio debe ser tranquilo, cómodo, con luz, ventilado y sobre todo, libre de distracciones. Debes sentirte feliz e inspirado en ese lugar, así que no estaría demás, que lo decores con tus adornos, cuadros, plantas, cojines, etc. No está reñido un buen lugar de estudio con escuchar música;, pero esta ha de ser una música de ambiente que no te distraiga. Difícilmente se pueden considerar parte de las buenas técnicas de estudio el estudiar al ritmo del rock duro, o de un reggaeton. Como poco, tus pies se pondrán a bailar y tu mente estará lejos de los libros. Más preparada para una sala de baile o un concierto.
Otra cosa que puede ser muy efectiva, pueden ser: quemar incienso, quemar aceites esenciales relajantes, poner velas aromáticas, etc.
Hay personas que rinden más a primera hora de la mañana y otras trabajan mejor por las noches. Eso es muy personal. Calcula cuál es el momento que más te conviene y adapta todos sus quehaceres diarios para dejar ese tiempo sólo para el estudio. Que cuándo digas “tengo que estudiar” sea cierto y todo tu entorno lo sepa y lo respete.
No estudies hasta más tarde de tu hora habitual de acostarte. No te empujes hasta altas horas de la noche estudiando. Es contrario a todas las buenas técnicas de estudio, porque puedes estar demasiado cansado para concentrarte adecuadamente.
Si cada día repasas y esquematizas, estarás revisando los temas tratando de comprender a plenitud. Esto te dará la oportunidad de preguntar aquello que te resulta dificultoso. Lo harás en caliente y no te pillará fuera de juego y si de paso esquematizas, cuándo tengas un examen, estudiarás sobre el esquema hecho por ti y por tanto, estará mucho más a tu disposición de recordar. Las mejores técnicas de estudio, pasan por esquematizar y visualizar el temario para luego estudiar sobre él.
El estudiar todos los días y esquematizar, evitará el estrés al que se someten los estudiantes en vísperas de exámenes.
Cuándo empieces el curso, quizás un par de horas al día podría ser suficiente para mantener fresco todo el material que se está estudiando. Es posible que a medida que se profundice en materias, haya que aumentar el tiempo de estudio diario. Lo óptimo son 4 horas al día, después de haber descansado por la tarde. Pero como hemos dicho, cada persona es un mundo. En el caso de que no sepas establecer bien la mejor hora para estudiar, hazlo después de la hora de la siesta: de 4 a 8 de la tarde es excelente para dedicarla a desarrollar el hábito de estudiar. Después de eso, puede venir la tele, la música, los chats con amigos de forma distendida, etc. Y con la tranquilidad que da cuándo se tienen las cosas bien hechas.
Aprende a provechar al máximo tu tiempo de estudio. Para ello, hay algunos trucos:
Un recordatorio regular te mantiene alerto y te ayuda a mantener fiel a tu plan y no despistarte.
Pon con chinchetas un horario planificador en la pared. Así lo verás cada vez que estés estudiando. Señala con rojo las fechas importantes. Por ejemplo exámenes, vencimientos para entregar trabajos, etc. También, para marcar tus horarios de estudio. Durante el año, puede estar igualado con tu horario de clases y así, siempre sabrás qué materiales has dado para repasarlos y esquematizar. Un buen horario/agenda es parte importante en las consideradas buenas técnicas de estudio.
Una lista al principio de la semana de todas las cosas que tienes que tener hechas al final de la semana puede ayudarte muchísimo. También, puedes hacerte una lista de cosas para hacer en cada sesión de estudio (cada día). De esa manera sabrás siempre como aprovechar tu tiempo de la manera más efectiva y con el menor esfuerzo, sin divagar; propósito principal de las buenas técnicas de estudio.
Antes de comenzar tu sesión de estudio, echa un vistazo a tu lista de tareas pendientes y establece un tiempo para gastar en cada una de ellas. Si no has conseguido hacerlo en ese tiempo, quizás sea bueno que consideres si es preferible comenzar la siguiente tarea o continuar con ella, pero serás consciente de que no tienes todo el día para ese tema. Quizás, sea más productivo acabar después, con la mente fresca y sin ofuscar.
La mayoría de las personas tienen su tipología personal de aprendizaje la cual necesitamos descubrir. Las buenas técnicas de estudio dejan libertad de utilizar las formas propias para sacar mayor provecho a lo que se estudia.
Hay estudiantes auditivos, visuales, cinestésicos/táctiles:
Son los que aprenden mejor escuchando. Si tienes buena memoria auditiva, aprenderás mejor si la información se te presenta hablada. Es una habilidad que deberías potenciar:
Son los que aprenden viendo con técnicas de estudio que aprovechan esa habilidad. Son maneras gráficas de estudio: colores, gráficas, diagramas visuales, mapas conceptuales, mapas mentales, diagramas de flujo, líneas de tiempo, etc. Generalmente son las personas más creativas, para las cuales -como anteriormente hemos dicho- su mejor estrategia es esquematizar.
Si eres un estudiante visual se puede utilizar colores para marcar tus notas y dibujar diagramas para ayudar a representar los puntos clave.
Podría tratar de recordar algunas ideas como imágenes.
Son los estudiantes que aprenden haciendo y actuando. Tienen la habilidad de conseguir una mayor absorción de conocimiento nuevo empleando su sentido del tacto y del movimiento. Para este tipo de estudiantes, hay técnicas específicas, tales como:
Este tipo de estudiantes, puede estar estudiando y realizando tareas físicas a la vez. El movimiento te ayuda a mantener la mente concentrada. Usa los dedos como punteros sobre el papel. Eres del tipo de persona que necesita dar golpecitos a un bolígrafo, morderlo, hacer ruidos, levantarse, manipular una pelota anti estrés, o botar sobre la pared una de goma, etc.
Al menos una vez a la semana hay que volver hacia atrás sobre las cosas que hemos estudiado en clase. Cada unidad didáctica es antesala de una posterior y por tanto, el repasar, hará que lo nuevo que aprendas, lo entiendas mucho mejor. No te dejes temas sin entender, pensando en “que ya entenderás más adelante”, porque eso no ocurrirá y tendrás siempre lagunas que te complicarán entender lo nuevo.
Ayúdate a entender conceptos. Busca información en la biblioteca, con tus profesores, o en Internet.
Pide a un amigo o familiar que te haga preguntas sobre los conceptos clave. Ofrece tu ayuda a tus amigos. Recuerda que enseñar, hace que los conceptos se graben fuertemente. Prepárate cuestionarios. Esta es una enorme herramienta en las técnicas de estudio, ya que no sólo te afianzan en el conocimiento, sino, que te dan mucha confianza acerca de lo que ya sabes y de lo que necesitas aprender (carencias).
Verás que enfatizamos mucho en el esquema. Es una estratagema interesantísima en las técnicas de estudio que se establezcan, pues se trabaja la memoria tres veces: la primera vez se trabaja para comprender a fin de poder esquematizarlo, la segunda para poner por escrito con tus propias palabras quitando lo que es secundario u obvio. Y la tercera, cuándo se utiliza el esquema para revisar, o estudiar.
Es muy importante tomar descansos mientras se estás estudiando, sobre todo si te sientes cansado o frustrado. Trabajar mucho tiempo en una misma tarea puede disminuir tu rendimiento.
Cuando te tomes un descanso, asegúrate bien de alejarte de la mesa y zona en que estás estudiando. Quizás un poco de actividad física te oxigenará el cerebro. Un paseo alrededor de la manzana en que vives, por ejemplo. Al retomar, eso puede darte perspectivas diferentes de la materia que estudias o puede ayudarte a solventar problemas.
Si te ves en un bucle, ‘atrapado’ en algo, o piensas que algo no tiene sentido, o que se deforma en tu mente es muy bueno pedir ayuda. Quizás sea el momento de hablar con el profesor a cargo de esa asignatura. Lejos de molestarle, se sentirá útil y orgulloso de ti. También se puede hablar con amigos y compañeros de clase.
Cuándo te mantienes estudiando debes tener ciertas ayudas mentales que te recuerden los objetivos de hacerlo. Las razones para realizar un trabajo duro, hacen que uno se mantenga como en una carrera cuándo se visualiza la meta y el premio. Te puede ayudar a ello tener a la vista algunas citas inspiradoras, fotos de alguien a quién admires, miembros de tu familia que confían en que lo conseguirás y que están orgullosos de ti, algo que desees comprar u obtener algún día, etc.
Existen un montón de aplicaciones hechas a propósito para estudiantes, a fin de ayudarles a conseguir avanzar en todos los aspectos a tener en cuenta a la hora de estudiar. El tener buenas técnicas de estudio, no está reñido con utilizar estas ‘ayudas’. Habla con amigos y con tus maestros para que te aconsejen aplicaciones existentes de este tipo.
No te abandones mientras estás en fase de estudio. Vas a estudiar mejor si te sientes limpio y fresco y bien alimentado e hidratado. Duerme lo suficiente, y lo suficiente sabes bien cuánto es. Evita tomar cafeína u otros productos para mantener la alerta. No te beneficia estudiar hasta altas horas de la noche. Tampoco te beneficia comer alimentos azucarados, o grasos. Te desequilibrarán tu tiempo de sueño y tendrás que acudir a algo que te ayude a relajarte. Es muy importante que descanses y duermas bien y que hagas algo de ejercicio físico. Lo que sí puede ayudarte mucho a rendir más, es el tomar aun complemento de maca andina. Maca roja y negra juntas te darán vitalidad y será un aporte interesante de oxígeno para tu cerebro. Rendirás mucho más y estarás más oxigenado y asegurarás una micronutrición excelente.
Con estos consejos obtendrá mejores resultados, pero son sólo estrategias para montar tus propias técnicas de estudio. Habrá cosas que te funcionen y otras no. Quizás, ya atengas tus propias estratagemas que habrás puesto en acción con éxito. Pregunta a tus profesores. Quizás, te den buenos consejos. Copia técnicas de estudio de tus compañeros que puedan servirte y con todo eso y lo que te decimos en este artículo, te podrás diseñar tus propias estrategias personalizadas.
Sean cuales sean las técnicas de estudio que elijas y que te funcionen, adhiérete a ellas. Ponlas en práctica y ten por seguro que la época de estudio es la que define prácticamente todo lo que serás de adulto. Si ya eres adulto, puede ser que incluso te ayuden a cambiar tus circunstancias.
Estudiar enriquece necesariamente. Aprovecha tu tiempo
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