L&S.- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), todas las enfermedades infecciosas , son causadas por microorganismos patógenos. Estos pueden ser las bacterias y los virus pero también las producen los parásitos o los hongos. Dichas enfermedades tienen una transmisión que puede ser directa o indirecta entre personas, pero también puede ser por zoonosis; una palabra que define a una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animal a un humano.
Diferencias entre las bacterias y los virus
Contenidos
La mayoría de la población no sabe establecer bien la diferencia entre las bacterias y los virus. El desconocimiento hace que ambos patógenos se metan en el ‹mismo saco›. Sin embargo, es muy importante definir el agente causante de una infección. De eso depende el poder establecer bien qué tipo de tratamiento se va a seguir.
Hay algunos rasgos diferenciadores, que luego desarrollaremos y la forma de infectar es muy diferente en cada uno de ellos. Por ejemplo, la diferencia entre las bacterias y los virus está en que:
- Ambos tienen tamaños muy diferenciados. Un virus es unas 100 veces más pequeño que una bacteria.
- El tratamiento para luchar contra la enfermedad es sustancialmente distinto.
- Las bacterias y los virus son biológicamente dispares.
- Una bacteria, aunque biológicamente es simple, sí es un organismo vivo. Como hemos dicho, un virus es un elemento biológicamente incompleto y por tanto no se le considera un organismo vivo.
- Uno de los rasgos que marcan una gran diferencia entre las bacterias y los virus es en primer lugar que existen muchas bacterias que benefician y propician la vida; en segundo lugar, si son patógenos, que se pueden vencer matándolas. Un virus jamás beneficia, sólo intoxica y enferma. Además, no se le puede matar porque no está vivo. Por ese motivo principalmente no suele darse tratamientos.
- Los virus son parásitos celulares. Las bacterias son células constituyen organismos unicelulares.
- La célula se reproduce por sí misma, mientras que los virus necesitan utilizar los mecanismos de la célula de la que son parásitos para replicarse. La célula huésped muchas veces queda destruida.
¿Qué es un virus?:
Un virus es un tipo de agente infeccioso visible únicamente a través de un microscopio electrónico. Es de hecho, una estructura pequeña. Su nombre es procedente del latín «virus», que significa «veneno» o «toxina».
Según Investigación y Ciencia «Los virus no están vivos. El hecho de que estén compuestos de algunas moléculas que se encuentran en células (ácidos nucleicos, proteínas, lípidos y azúcares complejos) y tengan la capacidad de evolucionar, es lo que lleva a la gente a pensar que están vivos. Pero no es cierto. De hecho, la manera correcta de referirse a ellos es como «partículas infectivas», y el virus se dice que está «activo», «atenuado» o «destruido», pero está aceptado globalmente que no forman parte de los seres vivos.»
Los virus, de hecho, tienen una estructura sencilla. No realizan funciones y carecen de metabolismo. Están provistos de un núcleo de genoma, que es lo que define sus características y su manera de replicarse; y tienen un envoltorio de proteínas denominado «cápside». Carecen de citoplasma y de ribosomas; son dos de los elementos que se requieren para formar una célula y es el principal motivo por el que necesitan infectar a una célula. Es sólo dentro de ella dónde se completan y dónde adquieren una forma de entidad. Cuándo un virus infecta a una célula va a multiplicarse y liberar por tanto, más agentes virales. De esta manera, perpetúa su labor infecciosa. Además, así también consigue extenderse por todo el cuerpo del organismo huésped.
Enfermedades víricas:
Se han descubierto miles de virus. Todos capaces de causar un amplio abanico de enfermedades en el ser humano. Como ejemplo, nombraremos algunos.
Una breve lista la forman los siguientes microorganismos:
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- Rinitis catarral (el Rinovirus). Ataca las células nasales.
- Gripe (el Virus del género influenza).
- Gastroenteritis (el Rotavirus).
- Faringitis y otras enfermedades respiratorias (el Adenovirus).
- Sarampión. (el virus, llamado Morbillivirus, que pertenece a la familia de los Paramixovirus).
- Verrugas y otros problemas más severos. (el Virus del papiloma humano -VPH). Causa lesiones epiteliales como por ejemplo verrugas comunes, planas, plantares y ano genitales e incluso papiloma laríngeo o carcinomas como el cervical y también de células escamosas.
- Paperas o Parotiditis (el Paramixovirus).
- Rubeola (el Rubivirus).
- Varicela (el Herpesvirus Varicela zoster). Causa también el herpes labial, genital, la varicela, el herpes zóster, la mononucleosis infecciosa, etc.
- SIDA (el Virus de Inmunodeficiencia Humana VIH). Es un tipo de retrovirus que se trasmite vía sexual, por la sangre o por la leche materna.
- El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (el SARS), el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio MERS, las gripes aviar y porcina, la pandemia de Covid19, etc. (Infecciones por Familia coronavirus).
- Ébola (el Ebola virus).
- Infección por el virus del Zika (el ZIKV es un virus del género Flavivirus).
- Poliomielitis (el Poliovirus). Pueden provocar parálisis cuando alcanzan la médula espinal.
- Los virus de la hepatitis tienen diferentes vías de trasmisión. Hepatitis A (el VHA), hepatitis B (el VHB), Hepatitis C (el VHC).
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¿Qué es una bacteria?:
Una bacteria es un organismo unicelular visible en un microscopio óptico. Son microorganismos procariotas. Es decir: una célula que aunque contiene una membrana plasmática, citoplasma, ribosomas y ADN, carece de núcleo. Para replicarse -a diferencia de un virus- la bacteria no precisa de un huésped. Principal diferencia entre las bacterias y los virus. De hecho, no tienen que invadir a una célula. Les basta primeramente con entrar en un organismo, después dividirse y entonces empezar a colonizar tejidos y dar origen a aquello que saben hacer.
Una bacteria puede tener diversas formas. Estas le conferirán el nombre con el que se las conoce: esferas (cocos), barras (Bacilos), filamentos curvados (vibrios), y helicoidales (espirilos o espiroquetas).
Es importante resaltar el hecho de que las bacterias no son siempre causantes de enfermedades. Algunas de ellas están presentes de forma natural en el cuerpo humano para llevar a cabo una labor colaborativa. Trabajan en diferentes tareas junto con el sistema inmune en una labor de protección del organismo. Estas bacterias forman parte de la «flora saprófita». El organismo necesita de las bacterias para mantener la salud.
Según el artículo «Por qué la mitad de tu cuerpo no es humano (y cómo eso es fundamental para tu salud)», escrito por Ed Young, divulgador científico en BBC Mundo dice: «Los seres humanos tenemos una célula de las bacteria por cada una de las nuestras, pero como ellas son significativamente más pequeñas, pesan menos. En total, los 39 billones calculados en las últimas estimaciones, equivalen a uno o dos kilos a lo sumo».
El problema surge cuando aparecen las bacterias patógenas. Que son las que se confunden con los virus.
Enfermedades bacterianas:
Son muchas las enfermedades causadas por bacterias. A continuación relacionamos algunas de las más comunes como ejemplo.
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- Gastroenteritis (Escherichia Coli).
- Úlcera (Helicobácter Pylori).
- Gangrena gaseosa (Clostridium perfringens).
- Gangrena y necrosis fulminante (Staphylococcus Aureus).
- Cólera (Vibrio cholerae).
- Lepra (Mycobacterium leprae).
- Tétanos (Clostridium Tetani).
- Peste bubónica (Yersinia pestis).
- Disentería bacilar (Enterobacteria del género Shigella).
- Tuberculosis o TB (Mycobacterium tuberculosis).
- La sífilis (Treponema pallidum).
- Fiebre tifoidea y salmonela (Salmonella typhi).
- Difteria (Corynebacterium diphtheriae).
- Meningitis bacteriana (Streptococcus Pneumoniae o neumococus).
- La fiebre ondulante, fiebre de Malta o brucelosis (producida por bacterias del género Brucella).
- Varias formas de neumonía (hay varios microorganismos que pueden causar una neumonía, entre ellos, las bacterias y los virus. La bacteriana más común está causada por Streptococcus pneumoniae).
- Diversos tipos de infecciones, la mayoría de ellas adquiridas durante la asistencia sanitaria, como septicemias, neumonías, infecciones del tracto urinario, meningitis e incluso endocarditis. Es responsable del 80% de las infecciones (Acinetobacter baumannii).
Síntomas similares entre virus y bacterias
Aunque hay mucha diferencia entre las bacterias y los virus, lo cierto es que el malestar que causan es similar. Pero si sabemos que son tan diferentes sus estructuras, ¿cómo diferenciaremos si una infección es vírica o bacteriana? La diferencia a veces no es apreciable. Veamos un ejemplo de diferencia entre las bacterias y los virus según sus síntomas.
Infecciones respiratorias bacterianas:
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- Fiebre elevada.
- Diarrea y/o vómitos.
- Malestar generalizado intenso.
- Irritación de garganta.
- Secreción nasal espesa que puede ser amarillo-verdosa o amarillenta a las 24h.
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- Malestar que dura menor cantidad de tiempo. No excede de dos semanas.
- Fiebre alta.
- Malestar general.
- Dolor de cabeza , de oídos y garganta.
- Dificultad para respirar.
- Dolor articular.
Tratamientos protocolarios para enfermedades por bacterias:
Las enfermedades bacterianas se tratan principalmente con antibióticos. Son rápidos y producen mejoría en los primeros días de tratamiento. Esto alienta a muchas personas a auto medicarse con ellos o a pedir a su médico que le extienda una receta. Esto sería un grave error. En primer lugar el virus es un microorganismo diferente para el cual un antibiótico no le va a hacer nada. En segundo lugar, aparte de ser completamente inútil, estos pueden producir problemas para la salud del paciente.
Tratamientos protocolarios para enfermedades por virus:
Las enfermedades víricas, por norma general no se tratan si son leves. Un sistema inmunitario sano tiene la capacidad de combatirlas. Tenemos el ejemplo del resfriado común. Está causado principalmente por los rinovirus, aunque pueden haber otros patógenos implicados. Esta infección suele remitir generalmente en un plazo no superior a siete días. Sólo se recomienda un tratamiento sintomático. Y no siempre. Solamente en caso de ser necesario. Y aislarse y mantener un alto grado de higiene, por supuesto, a fin de no contagiar a quienes estén cerca.
Las infecciones víricas se transmiten casi todas por contacto directo. También por fluidos corporales o por secreciones. Además está el contacto de un infectado sobre superficies, instrumentos, ropa, herramientas o superficies que posteriormente toque alguien que está sano. Por supuesto, todo depende del tipo de virus.
En la actualidad existen unos fármacos conocidos como antivirales. Estos no están en todos los casos aconsejados debido a que son activos solamente en caso de ciertos virus específicos. Sobre todo cuándo mutan con mucha rapidez.
Profilaxis que no suele tomarse en cuenta con los microorganismos
El protagonista en cualquier contagio -ya sea las bacterias y los virus- es por supuesto, nuestro sistema inmunitario; se trata de una barrera natural que primeramente bloquea la entrada de un virus o una bacteria al interior del cuerpo y no permite que genere una enfermedad. Y posteriormente, en el caso de que esto sí ocurriera, lo neutraliza. Incluso en este proceso interesante del sistema inmune, se deja un recuerdo o huella de dicho patógeno para que el cuerpo no pierda tiempo en otra infección con el mismo agente, en el reconocimiento y elección de cómo neutralizarlo. Son los anticuerpos.
Aquí es dónde se hace valer el dicho «más vale prevenir que curar». Es de hecho, un sistema perfecto si se mantiene muy sano y operativo. Nuestro tipo de alimentación es fundamental, ya que radica principalmente en la ingesta de alimentos sanos en cantidades equilibradas y para ello, nos hace falta cultura nutricional. Una asignatura que debería estar presente en todos los modelos educativos mundiales. Pero dado que eso no es así, siempre podemos suplementar posibles carencias. Eso puede ayudarnos.