¿Qué es la ayahuasca y cómo actúa?
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L&S.- Hay escritos que revelan un extendido uso de la ayahuasca o yagé por los diferentes pueblos amazónicos desde hace miles de años. Tanto esta droga alucinógena, como la escopolamina o burundanga provienen de culturas indígenas sudamericanas. Cada pueblo tiene sus propias prácticas y mitos, los cuales han permanecido ocultos al mundo occidental hasta que en los años 50 recién se tuvieron noticias de su existencia a través de Williams Burroughs, un escritor de Estados Unidos que se decidió a probarla. Posteriormente otros exploradores tuvieron la misma idea y como resultado se escribió el libro «“Las cartas de yagé», el cual atrajo la atención del mundo occidental hacia la ayahuasca y los rituales ancestrales que existen entorno al consumo del bebedizo.
Etimología y denominaciones
El nombre «ayahuasca» significa «soga de los espíritus» y proviene del quechua (o quichua), lenguaje originario de Los Andes Centrales y utilizado ancestralmente por los pueblos de la parte occidental de Sudamérica. Según los aborígenes la droga ayahuasca es la cuerda que permite al espíritu, salir del cuerpo sin que éste muera.
El proceso de elaboración del bebedizo puede durar unas 10 horas y el brebaje resultante se conoce con varios nombres nativos según el área en el que se utiliza: kahi, kahiriama, mihi y natema en Amazonía. Pilde, dápa, pandé en Ecuador. Yagé o yagué en Colombia y caapi, hoasca, daime, vegetal en Brasil. La droga alucinógena se consigue con una decocción a fuego lento de la corteza los bejucos o lianas llamadas ayahuasca (Banisteriopsis caapi o Banisteriopsis inebrians).
Los chamanes mezclan la corteza de la ayahuasca con otras plantas también con efectos psicodélicos como la chagropanga u oco-yajé (Dyplopteris cabreana); o el chacruna o amirucapanga (Psychotria viridis). A estas dos plantas se les atribuye la producción de las mejores y más luminosas visiones. De hecho, el chacruna es una droga que contiene un alucinógeno natural llamado dimetiltriptamina (DMT). Un buscado alucinógeno.
El ayahuasca no es una planta, sino una peligrosa mezcla bebediza
Existen variantes de la droga alucinógena ayahuasca según la planta con la que haga la decocción y dependiendo del propósito para el cual se va a ingerir. Esos propósitos pueden ser conseguir telepatía, hacer viajes astrales, mantener comunicación con los espíritus, conseguir una curación, adivinación, etc. y dependiendo de la mezcla se le dará nombres como «tigrehuasca», «monohuasca», «indihuasca», «cielohiasca», «culebrasca», etc.
Es interesante destacar algo que se sabe desde hace tan sólo unos cincuenta años. A saber: que el DMT contenido en el chacruna se encuentra presente en muy pequeñas cantidades en la glándula pineal de los mamíferos. Como neuroreceptor está relacionado con la fase REM (etapa del descanso en la que se producen los sueños). Si la cantidad normal de droga se ve incrementada de forma brusca, se producen efectos a nivel cerebral y físico con alteración de la consciencia.
La ayahuasca inhibe la enzima que degrada el DMT en el estómago, permitiendo que éste llegue al cerebro. Se podría decir que con la ayahuasca se experimentan sueños estando despierto. Con esto como base, se concluye que no es una droga ni un alucinógeno, sino, un alterador de sueños por lo que en los últimos años, esta bebida ha cruzado los límites chamánicos, para ser consumida por personas de otras partes del mundo con un supuesto uso terapéutico que entra dentro de la llamada “cultura new age”.
Cómo se toma la ayahuasca
Durante siglos este brebaje se ha consumido con fines rituales entre los nativos de Brasil, Ecuador y Los Andes peruanos. En esos lugares la droga alucinógena ayahuasca se considera una bebida medicinal en «asuntos del alma». No es una bebida agradable de tomar. Tiene un regusto amargo y ácido a la vez. Su color es de un marrón más o menos oscuro en función de la concentración de al decocción. Se toma en cantidades pequeñas (una taza de las de café aproximadamente).
Las alucinaciones que experimentan las personas que la beben pueden ser de cualquier tipo. Es por eso que en la selva quienes toman el brebaje generalmente lo hacen acompañados por un guía espiritual (chamán). Formará parte de un ritual místico. Sus efectos se empiezan a sentir una media hora después de haberlo bebido y pueden llegar a durar hasta seis horas.
La ayahuasca muchas veces provoca el vómito. Por eso se aconseja hacer un semi ayuno con frutas y vegetales unos 3 días antes de tomarlo; y durante el mismo día de la ceremonia aconsejan un ayuno total.
Misticismo con droga
El ritual chamánico dicta que el bebedizo debe ser ingerido de noche. Además, en medio de la naturaleza con unas características sagradas específicas. El estómago debe estar ligero y la mente calmada antes de tomar la droga. Las personas han de estar sentadas en círculo para que se produzca una acústica. El sonido debe llegar a todos, pues mientras se toma la ayahuasca el guía espiritual canta ícaros. Son canciones que sanan. Se cantan de la misma forma repetitiva que los mantra para que el grupo «vibre en sintonía» en esa singular experiencia mística.
Nota: la ayahuasca no es ilegal en la mayoría de los países en que se ha consumido por siglos. Concretamente en Perú se considera un elemento de la medicina tradicional y es Patrimonio Cultural de la Nación. Hoy en día se explota económicamente como parte de un turismo chamánico o turismo espiritual con pingües beneficios. Se realizan Ad-Oc muchos talleres; seminarios; retiros, etc. por supuesto nada baratos.
Ayahuasca – Advertencias
Todo lo que actúe sobre nuestra voluntad consciente ya de por sí es peligroso. Además, es una advertencia por pura definición. Pero en cualquier caso, si alguien voluntariamente se presta a tener una experiencia de este tipo debe saber que la droga alucinógena ayahuasca es peligrosa. No la debe tomar nadie con problemas cardíacos, con diabetes, o personas sometidas a tratamientos psiquiátricos. De hecho, no se debe tomar hasta pasados 6 meses de haber terminado con un tratamiento contra la depresión.
Según se puede visualizar a través de la experiencia de Meritxell Martorell, periodista de Cuatro TV. Ella experimentó con la ayahuasca y protagonizó un reportaje al respecto. Concluye que tras probar el brebaje, se sentía mareada y débil. Calificó la experiencia como un viaje «muy intenso» y deseaba encontrarse bien. Declaró que a lo largo de 21 días se había hecho una idea de cómo era pero no imaginaba «que me sentaría tan mal». «Se mueve mucho dinero por activar una parte tan sensible como es el cerebro, el auge de este tipo de turismo es un disparate»…
El mensaje que me deja proviene del Kibalion, «como es arriba es abajo»
Realice mi experiencia en el Departamento de la Mesa Cundinamarca, ¿que puede pasar si estas pasando por una mala racha y haces Yage?
Gracias