La salud puede ser preservada si somos positivos
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L&S.- Cuándo los niveles de cortisol altos en la sangre o las emociones afectan a la salud porque se mantienen de manera prolongada, se denomina estrés sostenido. En ese tiempo, dejan de cumplir bien su papel los glóbulos blancos o linfocitos CD4 lo llamados NK o Natural Killers (asesinos naturales de bacterias y elementos patógenos). Todo esto forma parte del sistema inmunológico preservador de la integridad física.
El cortisol está presente en cantidades elevadas cuándo se producen ataques de ira, desesperanza o angustia. Sentimientos todos que se caracterizan por el estrés. Demás está decir que el cortisol es la llamado hormona del estrés.
Las emociones afectan a la salud
Las emociones están asociadas a reacciones hormonales. El enamoramiento se produce por reacción en cadena de hormonas, así como la ternura, el odio, la ira, etc. y se puede afirmar a ciencia cierta que las emociones afectan a la salud, de manera negativa y positiva. Son estructuras moleculares que viajan por el torrente sanguíneo y se acoplan a las células, produciendo cambios en el equilibrio físico. Un ataque de risa, afecta de manera muy positiva, mientras que un ataque de ira, rompe la salud del que la siente y del que la recibe.
Cuándo los glóbulos blancos que son parte del sistema inmunológico y que tienen el cometido de preservar la salud ante patógenos tienen acoplada una molécula de serotonina (calmante), o de dopamina (que da confianza), o de cortisol (que produce miedo), no va a trabajar igual en su cometido.
Los estados emocionales tienen un enorme impacto en el organismo
Hay médicos que comprenden a cabalidad la relación que hay entre la salud y las emociones. Ellos recomiendan que busquemos siempre la felicidad. Que el ánimo sea positivo y quitarse los sentimientos negativos. Esto es porque el cuerpo reacciona con una mejor salud. Y aunque la felicidad no es fácil de encontrarla y mantenerla, sí podemos buscar maneras de ser más positivos. El organismo estará más predispuesto a reaccionar con mayor salud.
Cuándo una persona se instala en la posición de la positividad, desarrolla la capacidad de ver cosas que los demás no ven. Será feliz aunque tenga razones para no serlo (como todo el mundo). No experimentará éxtasis, pero sí serenidad y contentamiento sin desesperanza. Será una persona que no se derrumbará y preservará la salud.
No hay culpables
Las situaciones que causan angustia a la sociedad moderna no desaparecerán. Ante las consecuencias de las crisis y los problemas laborales que puedan acaecer no se puede culpar a nadie. Ni a políticos, ni al entorno, ni a personas. Ni siquiera a uno mismo. Dejar de jugar un papel victimista es trabajar en ser positivo. Hay que actuar, porque si una persona se siente víctima, ha de saber que no hay un salvador.
La clave de éxito en la vida y también de la salud, es cómo veamos el entorno y cómo actuemos. Recordando siempre que la salud es cuestión de equilibrio químico.