Consecuencias de la falta de hidratación en la vagina en la menopausia
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L&S.- Durante la menopausia, muchas mujeres sufren cambios dramáticos en poco tiempo. Además de los desagradables estados de humor, sudores, insomnio, etc.; se suceden otros que no se aprecian. Lo cierto es que hay mujeres que apenas lo notan. Pero en ambos casos, los cambios internos se suceden. Uno de ellos gira en torno a la vida sexual. Las paredes de la vagina se ven condicionadas. Se hacen más finas y la lubricación escasea. De hecho, la sequedad vaginal que en algunos casos pasa a ser atrofia vaginal. En ambos casos, la consecuencia es el dolor en las relaciones sexuales.
De todos los síntomas y todos los cambios desde la pre menopausia hasta la menopausia; incluidos los producidos en la vagina son responsables las hormonas. Desciende la producción de estrógenos principalmente, pero también se desequilibran los nieles de las que intervienen en el proceso de la maternidad.
Se considera que la menopausia sucede alrededor de los 51 años. No es algo inamovible. En esto la genética tiene mucho peso y hay mujeres con una menopausia temprana y otras que a los 58; incluso 60 años, todavía tienen la regla. Pero es cuándo ésta desaparece de forma definitiva cuándo se reconoce como menopausia. Ese es el momento en que comienza poco a poco la deshidratación de los tejidos; la vagina empieza poco a poco a generar menos flujo y a afinar sus paredes y el cuerpo de la mujer empieza a cambiar de forma obvia.
El papel de los estrógenos
Son los estrógenos los protagonistas. Esas hormonas se encargan de lubricar las paredes de la vagina. Cuándo sus niveles disminuyen, los tejidos tanto de la vulva, como de la vagina adelgazan. Resulta un área delicada y menos elástica que antes. Es más; durante la menopausia los labios internos y externos pueden encogerse y todo parece estrecharse.
Otra cosa que puede ocurrir durante la menopausia, es que el pH de la vagina y la vulva se elevan, generando un entorno menos ácido y por tanto con mayor tendencia a la inflamación o a las infecciones. Todo esto tiene como consecuencia un claro malestar. Y como no, las relaciones sexuales dolorosas propias de la falta de flujo en la vagina.
Aunque si no se está en esa etapa suena aterrador, nada más lejos. La mente también ha ido cambiando y adaptándose. Las hormonas influyen en todo aspecto de la vida; hasta en la forma de pensar y sentir cambian durante la menopausia, por lo que va siendo gradual. Además, es bueno informarse, porque se pueden tomar buenas medidas para retrasar las consecuencias de la pérdida de la influencia de los estrógenos. No todo es malo. Aparte de la gran liberación que se produce en ciertos aspectos, la mujer ya no se ve condicionada por la edad.
Algunas buenas ayudas para cuidar la vagina durante la menopausia
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Hidratantes vaginales
No es lo mismo un hidratante vaginal que un lubricante.
Hidratante o humectante: De uso regular. Se puede aplicar varias veces al día y su cometido no es lubricar la vagina, sino que es el de ayudar a mantener el grado óptimo de humedad en la fina piel de la vulva y la vagina. Se consigue reducir la sensación de sequedad, ardor, irritación y hasta picores propias de algunas mujeres en la menopausia.
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Lubricantes vaginales
Aun utilizando hidratantes vaginales diariamente también se puede utilizar un lubricante. Su propósito es la de mantener una relación sexual cómoda y menos dolorosa. Su uso es específico para el sexo. Estos pueden estar elaborados con una base de aceite; de silicona y de agua. De todos, los más recomendables, son los de base acuosa.
Una alternativa 100% natural, es la manteca de karité. Actúa como lubricante. Además es un excelente hidratante para la parte interna de la vagina.
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Estrógeno local en crema o pomada
Es una de las alternativas que los ginecólogos aconsejan cuándo las relaciones sexuales son demasiado dolorosas. Se aplica directamente a través de la vagina y alivia el dolor. Los hay en cremas que se aplican con un émbolo, los hay en comprimidos que se empujan hacia dentro.
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Hormonas de sustitución
Si ginecólogo puede optar por recetarle estrógeno de sustitución. El formato puede ser comprimido, inyección o parche. La sequedad en la vagina de la menopausia pueden no ser el único problema y de esta manera, la mujer sentiría alivio en pocos días. Nunca debe olvidar que está tomando hormonas con todas las consecuencias. Deberá evaluar los efectos secundarios que produce esta terapia.
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Ejercicios de kegel o el uso de bolas chinas terapéuticas
Los ejercicios de kegel para optimizar el suelo pélvico son muy buenos, pero para los problemas de atrofia o sequedad vaginal, son mejores las bolas chinas terapéuticas. Ejercitan especialmente los musculos de la vagina, promoviendo su integridad y salud sexual.
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Relaciones sexuales como terapia
Los niveles de estrógenos a partir de la menopausia ya no actúan sobre el óptimo riego sanguíneo y la humedad en la vagina. Sin embargo, practicar sexo con regularidad sí lo consiguen. Las relacione sexuales de manera regular ayudan a que la abertura de la vagina no se cierre y hace que las paredes de la vagina estén suficientemente relajadas como para no sentir dolor. Es diametralmente opuesto a lo que ocurre en la práctica. Pero es bueno destacarlo.