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L&S.- Según muchos profesionales de la salud, el cuerpo es un todo y no «el conjunto de muchas partes». Ellos nos advierten de que uno de los principales responsables de las enfermedades son las toxinas. O mejor dicho el exceso de tóxicos que se acumulan en el organismo. Según esta forma holística de ver la salud, sin saberlo, estamos eligiendo «auto intoxicarnos». Sometemos a nuestro cuerpo a muchas agresiones de forma consciente o inconsciente. Y es una gran verdad que algunos se encogen de hombros y alegan «…total, de algo hay que morirse». Es cierto, la muerte llega tarde o temprano, pero ¿quién quiere acabar sus días de «mala manera»?
En nuestra sociedad el progreso va de la mano de la contaminación a todos los niveles. Está contaminado, por ejemplo el aire, la tierra, los alimentos, el agua, etc. Las consecuencias de este exceso de tóxicos o toxinas da como resultado la degradación de la salud, tanto en humanos como en plantas y animales. Con ello, toda la cadena alimentaria está contaminada cerrándose un perverso círculo vicioso.
Aparte de las toxinas que provienen de agentes externos, el hombre también obtiene la contaminación por exceso de tóxicos por parte de una alimentación generalmente equivocada. Como si esto fuera poco, se come y se bebe demasiado. Más de lo que el cuerpo tiene capacidad de expulsar
Cuándo esta situación de almacenamiento de toxinas se mantiene durante un espacio de tiempo prolongado; que a veces son años y años, se producen inevitablemente las enfermedades.
Según la medicina holística, a veces una enfermedad puede ser el revulsivo que nos avisa. Nos hace provocar un giro drástico en nuestras costumbres. Puede ser un verdadero «agente de cambio». Es ese el momento en que decidimos sanarnos y vivir en mejores condiciones.
No. La presencia de toxinas en cantidades pequeñas es algo natural. Muchas de las llamadas «toxinas» son hasta necesarias; lo que no es nada natural es su acumulación masiva. Para eliminar el sobrante el cuerpo humano posee cuatro órganos principales especializados en esa detoxicación o detoxificación . Estos órganos son: hígado, riñones, pulmones y por supuesto, la piel.
O lo que es lo mismo, las células que se mueren cada día como por ejemplo los glóbulos rojos muertos, etc.
Esta fuente de toxinas es la que más abunda en nuestro cuerpo. Sobre todo si comemos más de lo que el organismo necesita y es capaz de «quemar». Esta vía de producción de toxinas es la que causa mayor acumulación. Cuándo consumimos más alimentos de los que nuestro organismo metaboliza y utiliza, facilitamos que ese sobrante fermente o se pudra dentro de nuestro cuerpo. Eso daría lugar a productos muy nocivos y hasta podríamos llamarlos «venenos». Cuándo los emutorios u órganos destinados a hacer la labor de eliminación están saturados, comienza el desequilibrio de exceso de tóxicos. Entonces la enfermedad se hace un lugar en el cuerpo, dando la cara de diferentes maneras.
Desgraciadamente es demasiado frecuente contaminarnos. Es porque se contaminan los elementos esenciales para la vida, como por ejemplo el aire, el agua y la tierra. Los cultivos se ven afectados y con ellos toda la cadena trófica. El exceso de tóxicos que nos llegan de forma externa son innumerables: Como ejemplo, citaremos los cultivos, que son tratados con insecticidas, pesticidas, etc.; los animales son tratados con fármacos para aumentar su producción o su crecimiento; los alimentos están llenos de aditivos y conservantes. Ciertamente estamos viviendo en la época en que hay mayor cantidad de contaminación.
Sabemos que evitar toxinas es igual a salud. Mejor dicho, es igual a prevenir enfermedades . El hecho de saber todo esto nos lleva principalmente a reconsiderar nuestras propias circunstancias y después a buscar un equilibrio en la alimentación. Y a buscarlo también en nosotros mismos.
En primer lugar, el saber que nuestro cuerpo está formado por millones de células; y que éstas se agrupan formando los diferentes órganos, nos puede hacer tener una visión global de nosotros. Es decir, a tener una visión holística. El hecho de saber que las células son las unidades más pequeñas de la vida y que hay que cuidar o preservar su integridad para que nuestros órganos estén sanos es un buen comienzo.
Las células dependen del medio en el que están para mantenerse sanas. Se les debe dar oxígeno. También nutrientes. Y esas células se deben mantener libres de los desechos que producen derivados de la combustión. El cuerpo tiene un medio para transportar esos desechos o toxinas. Estos son los medios líquidos que antiguamente eran llamados «los humores». A saber: la linfa, la sangre y los sueros celulares. Hoy en día se llama «Terreno».
Si nuestro cuerpo se constituye de un 70% de materia líquida y las células son ‹liquidodependientes›, ya tenemso una buena pista. Es absolutamente esencial que las materias líquidas orgánicas del cuerpo se encuentren limpias. Para ello el cuerpo cuenta con varios emuntorios. Si estos desechos que están en los líquidos son muy abundantes y nuestros emuntorios son perezosos, el terreno estará en malas condiciones. Acumularán toxinas o material de desecho. Nuestras células se acomodan en un terreno sucio y ni el oxígeno vital ni los nutrientes que tanto necesita para realizar sus funciones van a poder llegar bien a ellas. Con esto el círculo vicioso se perpetúa. A saber: las células no pueden hacer su trabajo, por lo tanto tampoco los órganos formados por ellas. Estos empezarán a hacer mal su cometido y las toxinas y material de desecho no pararán de acumularse y acumularse.
Los elementos de desecho estarán por todo el cuerpo, pues circulan por los medios líquidos. Se reparten en todo el
Se puede decir sin miedo a equivocarse, que la enfermedad es la consecuencia sensible de un esfuerzo del organismo para limpiarse del exceso de tóxicos. Porque ante una acumulación de toxinas, el cuerpo no se queda quieto. Utiliza las herramientas que conoce, que son los emuntorios y los pone a trabajar. Por eso curren síntomas como vómitos y diarreas (vías digestivas); orinas espesas y de fuerte olor y de color oscuro ( vías renales); sudores o granos (vías cutáneas); o mucosidades por la nariz o bronquios (vías respiratorias).
En una primera etapa, la curación de una enfermedad de origen tóxico puede comenzar con ayunos, limpiezas y drenajes. Sólo una vez se haya limpiado el organismo, podría decirse que se puede «poner remedio a la enfermedad». En la mayoría de los casos ese remedio no es ni más ni menos que nutrir a las células y preservar su ADN a fin de que no hayan desórdenes o mutaciones celulares. Curiosamente la gran mayoría de enfermedades ceden, pues es el mismo cuerpo el que se repara.
Cuándo una persona es consciente de este hecho, cambia su forma de ver a su cuerpo. Empieza a verlo como a un conjunto que se debe mantener en perfecta sinergia. Es la única manera de que la salud esté presente. Este cambio posibilitará otros cambios ligados a hábitos cotidianos. Por ejemplo la alimentación, el ejercicio físico, la salud emocional, etc.
No es de extrañar que cada día, los medios divulguen más temas de salud y las personas se interesen en ello. Rechazan los alimentos transgénicos y cada día hay más tiendas de alimentos y cosmética ecológica y se venden más complementos nutricionales y éstos son de mayor calidad.
Podemos ayudar a nuestro cuerpo a preservar la integridad del ADN y a mantener libre de toxinas mediante excelentes complementos que actualmente hay en el mercado.
>>Para detoxificar (sobre todo el aparato digestivo), el zumo de Aloe Vera de alta calidad que incluye la pulpa llamado Aloe Verum Premium.
>>Para detoxificar y regenerar a nivel sistémico (todo el conjunto de células del cuerpo) hay un gran reparador de los daños causados por toxinas y metales pesados en todo el cuerpo con el complejo liberador de células madre de la médula ósea Stemenhance + Plasmaflo + Cyactiv. Complemento de vegetales integrales desprovistos de materiales de desechos, que contiene en sinergia todos los micronutrientes necesarios para preservar la integridad del ADN y evitar que el cuerpo acumule metales pesados, exceso de tóxicos y materiales de desecho.
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Muy interesante todo el contenido de los articulos.
Creo q ustedes no tienen boletines informativos para enviar por correo, si fuera que sí envian informacion, a mi me gustaria recibirla.
Gracias
Tóxicos????
Ufffff!!! Qué comer? Creo que es el momento de irse a vivir a una montaña, pero muy lejos.
No sé si es mejor no leer esto y vivir ciego