El incienso ¿Produce cáncer?

El incienso y el cáncer

L&S.- Un estudio sobre el incienso y el cancer, llevado a cabo por la South China University of Technology de Cantón (China) arroja inquietantes datos.  Son acerca de la estrecha relación entre el humo del incienso y el cáncer. Éste contiene químicos que pueden resultar causantes de mutaciones genéticas. Produce mucho más toxinas que el humo del tabaco. Según la investigación publicada en «Springer’s Journal Environmental Chemistry Letters» nos asegura que el humo del inciensos produce más agentes citotóxicos y genotóxicos que los cigarillos; y sus componentes se relacionan directamente con el desarrollo de cáncer de pulmón; leucemia infantil y tumores cerebrales, etc. Las partículas de humo al ser ultra finas resultan altamente tóxicas para la salud; y cuándo se inhalan, estas quedan atrapadas en los pulmones, causando reacciones inflamatorias.

Los inciensos son elementos muy utilizados por culturas milenarias como parte de sus rituales y ceremonias religiosas. En Asia por ejemplo, es muy utilizado en los hogares. Al igual que está ocurriendo en otros mucho de los hogares de occidente.

¿De dónde se saca el incienso?

Son derivados de partes de plantas con fragancias. Por ejemplo de cortezas, resinas, raíces, flores, etc. Además de  los aceites esenciales.

Nunca se había buscado una relación entre el humo del incienso y el cáncer. El riesgo de contraer cáncer es real. Según los estudios citados, se encontró que al quemar esos materiales, estos emanan sustancias nocivas. En el humo del incienso hay por ejemplo algunos como los bencenos e hidrocarburos poliaromáticos. Estos resultan ser productos potencialmente cancerígenos.

En dicho estudio acerca del incienso y el cáncer se investigó durante 12 años sobre a un grupo de 61.320 hombres y mujeres. Ellos eran residentes de Singapur. Sus edades estaban comprendidas entre los 45 y los 74 años. Además, estas personas que fueron sometidas al estudio tenían dialectos Hokkien o cantonés. Otra característica común, es que al inicio del estudio ninguno de ellos padecía ningún tipo de cáncer. Estos participantes iban informando del uso que hacían del humo del incienso durante el día. Tenían que informar tanto de la frecuencia como a qué horas lo quemaban, además del tiempo que permanecía ardiendo en su hogar.

Resultado de los estudios

En esos 12 años que duró el estudio, 325 hombres y mujeres empezaron a padecer cáncer de tipo nasal, oral o de garganta. Otros 821 participantes desarrollaron cáncer de pulmón. Se concluyó principalmente que la incidencia de cáncer era demasiado alta. Tanto como para no dejar pasar por alto el hecho de que el humo del incienso y el cáncer están estrechamente relacionado. Además con muy alta propensión a contraer cáncer de las vías respiratorias altas.

Cuánto más incienso quemaron, tenían mayores tasas de desarrollo de cáncer. Sobre todo del tipo llamado «carcinoma de células escamosas». Es un tipo de tumores que aparecen en la superficie del cuerpo. Quienes se exponían al humo del incienso durante todo el día y también durante la noche, tenían más de un 80% más de propensión a desarrollar carcinoma en el tracto respiratorio que el resto. El incienso y el cáncer se relacionaban.

No cabe duda de que la relación entre el incienso y el cáncer es innegable. Estos son resultados muy importantes. Coinciden con otros muchos estudios realizados en los que identificaron sustancias cancerígenas en el humo del incienso. Dada la gran exposición que se produce de dicho humo en algunas partes, y a la exposición a veces involuntaria a la que podemos vernos sometidos; deberíamos tener esto en cuenta.

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