L&S.- Los antioxidantes son importantísimos para la vida. Hay muchos diferentes clasificados de diferentes maneras. Entre ellos, están los antioxidantes enzimáticos y los no enzimáticos. Entre los enzimáticos tenemos la catalasa (CAT); el Glutatión peroxidasa (GSHpx) y Glutatión reductasa; ambos muy presentes en el hígado. Y también el que nos ocupa, que es el Superóxido dismutasa (SOD).
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La enzima antioxidante Superóxido dismutasa (SOD) tiene grandes particularidades. Entre ellas está la de descomponer el superóxido O2 (radical libre nocivo). Lo eleva a la forma de peróxido de hidrógeno H2O2; una forma con efectos menos dañinos para la vida. Como consecuencia se produce una eficaz ayuda al cuerpo. A saber: disminuye la oxidación celular llamada también estrés oxidativo como resultante del efecto del oxígeno.
Es una enzima proteica. Para su funcionamiento necesita de la participación de algunos minerales. Estos minerales son: cobre, magnesio, cinc y selenio.
Esta enzima está considerada como el principal antioxidante de origen natural. Repara daños celulares causados por la oxidación (radicales libres); y por lo tanto es el antiedad más potente que hay. Retrasa considerablemente las consecuencias de la edad.
Se han llevado a cabo ensayos de laboratorio en ratones modificados genéticamente para que no produzcan esta enzima. Éstos mueren mucho antes que los normales. Se produce un proceso degenerativo absoluto a consecuencia de los radicales libres. Sabemos bien que son los causantes de diversas enfermedades degenerativas. En los estudios se concluye que las desarrollan rápidamente. Enfermedades como cáncer de hígado; pérdida de masa muscular; cataratas; pérdida de pelo; problemas de memoria, etc.
Podemos decir con certeza que la presencia de esta enzima es vital para el mantenimiento de la vida. Cuándo -por lo que sea- se producen mutaciones en la superóxido dismutasa; necesariamente ocurrirán trastornos severos para la salud. Se estima que las alteraciones en SDO1 son responsables de la esclerosis lateral amiotrófica, también conocida como ELA. Por otro lado, un exceso de la superóxido dismutasa puede estar relacionada con el Síndrome de Down.
Este elemento se obtiene mediante una dieta balanceada y rica en micronutrientes naturales. Este tipo de alimentación es el que nos aporta las condiciones adecuadas para que el propio organismo elabore la superóxido dismutasa. Son necesarios los alimentos ricos en cobre; magnesio; zinc y selenio.
Además de la alimentación, también disponemos de suplementos en el mercado para suplementar la enzima S.O.D. Algunos son de excelente calidad y utilizados para tratamientos específicos. Los hay en forma de cremas tópica para problemas en la piel. Se usa también en el tratamiento de arrugas; quemaduras; cicatrices; blanqueamiento de la piel; manchas, etc. y en forma de comprimidos orales para tratar la artritis; el asma; la enfermedad inflamatoria intestinal como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
Como ocurre con cualquier antioxidante, la superóxido dismutasa S.O.D. se utiliza para prevenir numerosas enfermedades degenerativas. Algunas son: el Alzheimer o el cáncer.
Una manera de mantener esta enzima en perfectas proporciones, es suplementándose.
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